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Aves Exóticas

Quetzal fulgido

Los quetzal son una especie que no deja indiferente a nadie. Si tienes la oportunidad de ver a uno, serás muy afortunado, especialmente si el que te has encontrado ha sido el quetzal fúlgido.

¿De dónde es esta especie?

El quetzal fúlgido también es conocido con el nombre de quetzal dorado, así como con el nombre científico de Pharomachrus fulgidus y pertenece a la familia de los trogonidae.

Vive en los boques de nieblas, templados y bosques húmedos, en alturas entre 900 y 2.500 metros de altitud, en áreas separadas, pero todas se encuentran cerca de la costa del Caribe.

¿Qué se sabe de él?

Es un ave de tamaño medio que mide entre 32 y 33 cm de longitud. Presenta un ligero dimorfismo sexual, puesto que la cola de la hembra es más opaca, además de que tiene el pico más oscuro.

Su cabeza, el dorso y el pecho es de color verde, mientras que su pico es de color amarillo. Las partas bajas presentan tonalidades rojas brillantes, mientras que sus alas y la cola es de color negro, con la parte interna de un color blanco con borde negro.

Cuesta mucho de ver ya que es una especie de quetzal bastante prudente y que no se ha acostumbrando tanto al contacto con el ser humano como el resto de sus familiares. Aún así, durante muchos años por los antiguos nativos de la zona, igual que sus congéneres, esta especie fue bastante adorada como una deidad.

¿Y cómo vive?

A los quetzal les gustan vivir en lugares con mucha humedad y que la temperatura sea templada. Por este motivo costaría mucho de trasladar a zonas como la Península Ibérica, en el que el clima es tan cambiante y no hay la suficiente cantidad de humedad para que pudieran vivir bien.

La temporada de reproducción de la especie es en marzo hasta junio, aunque a veces se extiende hasta julio. Lo normal es que aniden en los árboles, entre los 3 a 20 metros de altura del suelo. Las hembras ponen dos huevos azules y ambos padres se ocupan de la incubación durante casi 3 semanas hasta que nacen los polluelos.

Los polluelos son alimentados, por ambos progenitores, con anfibios e invertebrados, pero según van creciendo se les va introduciendo en la alimentación fruta. Los polluelos abandonan el nido para obtener su independencia cuando cumplen el mes de vida.

En lo referente a la alimentación de los ejemplares adultos, esta se compone de frutas y bayas frescas que cogen del suelo o de las ramas de los árboles, pero también pueden comer insectos, especialmente durante la época de reproducción. Incluso se les ha visto comer en algunas ocasiones pequeñas lagartijas.

Esta especie de quetzal se la puede ver en las montañas de Santa Marta, al norte de Colombia, así como en las sierras que se encuentran en el norte de Venezuela. No es una especie que está considerada en riesgo, pero si que se cuida mucho de que no le suceda nada por lo sensible que es.