¿Te gustan las aves de pequeño tamaño? Porque si es el caso, entonces te vas a enamorar del ganso chico, un ave de pequeño tamaño y la favorita de muchos que quieren tener un ganso doméstico en su estanque.
¿Quieres saber dónde encontrarlo?
El ganso chico, también conocido como ánsar careto chico o anser erythropus, es una especie de ave anseriforme de la familia anatidae que es propia de Eurasia. Se trata de un ave migratoria que cría en las regiones árticas y pasa el invierno en la zona sureste de Europa, oriente medio y el lejano oriente.
Durante la época de cría lo hace en la tundra de Europa y Asia, pero escasea en la región ártica europea. Prefieren usar este medio de proximidad a los ríos y lagos, pero no evitan las altas llanuras y lugares más rocosos.
¿Listo para saber cómo reconocerla?
Tal y como indica su propio nombre, el ganso chico es el ejemplar más pequeño de la familia de los ánsar, midiendo entre 53-66 cm y pesando poco más de 3 kilógramos los ejemplares más grandes. Aunque de envergadura alar son un poco más grandes que un ánade real.
Su aspecto es muy similar al del ganso careto, especialmente por las plumas blancas en la base del pico. Aunque son muy diferentes por su tamaño. Ambos tienen el plumaje de color pardo grisáceo con un listado negro en las partes inferiores y la parte posterior de color blanco, así como las patas de color naranja intenso y el pico rosado. Sin embargo, en este caso, el ganso chico cuenta con un anillo ocular amarillo que no tiene el ganso careto.
¡Todavía no hemos terminado!
Es una especie que se alimenta, principalmente, de alimento vegetal. Puede comer pastos en la tierra o meterse dentro de un lago o estanque con el fin de obtener materia vegetal acuática. No obstante, no imitan a los cisnes ni a los patos a la hora de obtener su alimento sumergiendo la cabeza dentro del agua, sino que solo comen la que haya en la superficie.
Se trata de un ave monógama, que pasa toda su vida con una pareja hasta que uno de los dos muere, momento en el que buscarán a otra pareja. La hembra, que colocará sus huevos en un nido fabricado con plumón en un hueco en el suelo, los incubará durante 25-28 días. El macho, mientras tanto, permanecerá cerca para alimentar a la hembra y vigilar que no se acerquen depredadores. Al nacer los polluelos, ambos padres vigilan las crías hasta que cumplen los dos meses de vida, momento en el que ganan independencia.
Esta especie está considerada como vulnerable según la UICT, por lo que se han aplicado diversos programas de reintroducción con el fin de aumentar su área de distribución. Su principal lugar de escala es el parque nacional del Hortobágy, en Hungría, en donde pasan los meses del otoño y parte de invierno hasta volver a su hogar en primavera.