La especie de los tecolotes cada es más famosa. Y es normal, porque tiene decenas de miembros dentro de su familia. ¿Conocías al tecolote oriental? ¡Es un ave fabulosa!
¿Cómo se le conoce?
Lo cierto es que su nombre común es autillo yanqui, pero la gente lo suele conocer como autillo chillón o tecolote oriental. Su nombre científico es megascops asio, y forma parte de la familia de los strigidae.
Es bastante común en la zona este de América del norte, extendiéndose desde México hasta Canadá. Habita en la mayoría de los ambientes boscosos de la zona, mucho más que cualquier otro búho.
¿Qué aspecto tiene?
En este caso estamos hablando de una de las especies de tecolotes que si que presentan una ligera presencia de dimorfismo sexual. Su tamaño varía entre 16 y 25 cm de longitud, llegando a pesar hasta los 240 gramos. La hembra es un poco más grande que el macho y presenta una coloración del plumaje un poco más clara.
El patrón de colores de su plumaje es de un tono oxidado o gris oscuro intricado, con rayas en las partes inferiores. Es un ave robusta, de cola corta y alas anchas, como suele ser típico dentro de este género. Cuenta con una gran cabeza redonda con penachos prominentes en la zona de las orejas, unos ojos amarillos y un pico amarillento. Sus patas son bastante grandes y poderosas si se comparan con las de las lechuzas meridionales. Por lo general las tienen emplumadas.
Cuenta con dos variaciones de color: la conocida morfo rojo, también denominada rufo, y el morfo gris, según han determinados los especialistas. Los que tienen tonos oxidados son las más comunes en las partes meridionales, consiguiendo un gran camuflaje gracias a que su plumaje se asemeja a la corteza de los árboles de madera dura.
Se le han reconocido cinco subespecies:
- Megascops asio asio: La especie nominal y a la que se le han sumado algunas subespecies que ya no se consideran válidas como la carolinensis, naevius y striatus. Esta distribuída desde el este de Minnesota hasta el suroeste de Quebec, el sur de Nuevo Hampshire, Missouri, Tennessee y el norte de Carolina del sur.
- Megascops asio maxwelliae: Esta incluye a la subespecie swenki. Se distribuye desde el centro de Montana al sureste de Saskatchewan, el sureste de Manitofa y el este de Kansas.
- Megascops asio hasbroucki: Antiguamente era conocida como megascops asio hasbroucki. Se distribuye desde Oklahoma y el sur de Kansas.
- Megascops asio mccallii: Se incluyeron en esta subespecie las antiguas conocidas como megacops asio enano y la semplei. Distribuida desde el sur de Texas y el noroeste de Chihuahua al norte de Coahuila hasta el este de San Luis Potosí.
- Megascops asio floridanus: Residente en el estado de Florida y el sur de Georgia.
Siempre es buena mascota
Lo cierto es que esta especie de tecolote podría ser muy buena mascota si se le diera una oportunidad. Es una especie bastante extendida cuyo estado de conservación es muy estable, por lo que su venta no es ilegal como sucede con otros miembros de la especie.
Además, se ha demostrado que es un ejemplar muy amigable con otras aves. Convive con muchas especies de búhos en libertad con los que no tiene problemas de repartirse el territorio ni el alimento, siempre y cuando esto no le suponga una molestia. Con el ser humano tampoco tiene mal trato. Todo lo contrario, ha sido de los pocos miembros de la familia de los tecolotes que se ha sabido adaptar bien al crecimiento de la población humana. Algunos ejemplares incluso se han adaptado a vivir en los bosques y jardines de las grandes ciudades.
Su alimentación se compone especialmente de pequeños invertebrados, algunos mamíferos y reptiles. En algunas ocasiones puede que también quiera consumir algunas pequeñas aves. Muy rara vez consume frutos o pequeñas semillas.
La reproducción parece que se da por junio, un poco antes del comienzo del verano. La hembra aprovecha las cavidades de los árboles para montar su nido y poner hasta cuatro huevos. La incubación durará cerca de dos semanas, compartida con el macho. Al nacer las crías, estas serán protegidas y alimentadas por ambos progenitores hasta que cumplan el mes de vida para abandonar el nido.