Si eres todo un forofo de los búhos, estás de enhorabuena, porque hoy vas a aprender algo nuevo de una especie que seguramente desconocías: el búho abisinio, una de las más peculiares de esta especie.
¿Cómo lo suelen llamar?
El búho abisinio es también conocido como el búho abisinio orejudo, y pertenece a la familia de los strigidae. Es endémico de África oriental, en dónde se encuentra bastante distribuido.
Prefiere vivir en los herbazales y páramos elevados con árboles de robles y cedros, pudiendo encontrarse en valles, montañas y barrancos hasta los 3.900 metros sobre el nivel del suelo. Principalmente, se puede encontrar en Etiopía, la República Democrática del Congo, Ruanda, Kenia y Uganda.
¿Cómo es su aspecto?
Es un ave de tamaño medio que puede llegar a medir los 45 cm de longitud. Aunque no es muy notable a la vista, las hembras son un 5% más grandes que los machos, por lo que hay una seña de dimorfismo sexual en la especie.
De aspecto es muy similar al búho chico, solo que un poco más oscuro. No existe riesgo de confundir ambas especies ya que no viven en la misma área de distribución. Tiene unas listas superciliares grises, el pico negro y los ojos amarillos. Los mechones de las plumas son pardas oscuras, con bordes blancos, como si fueran orejas, ubicadas en la zona central de su cabeza.
Se le reconocen dos subespecies:
- Asio abyssinicus abyssinicus: Se trata de la especie nominal que se encuentra extendido principalmente por Etiopia.
- Asio abyssinicus graueri Sassi: La segunda subespecie que se extiende por el Congo, Uganda y Rubanda, así como por Kenia.
¿Cuáles son las costumbres de esta especie?
El búho abisinio sigue las costumbres del resto de sus familiares: es un ave rapaz nocturno que descansa durante el día. Puede esperar durante horas para cazar a su presa, a la cuál vigila desde las ramas de los árboles hasta que ve la oportunidad de lanzarse a por ella. Principalmente, su alimentación se compone de ratones y musarañas.
Cuando ha llegado el momento de la reproducción, tras haber realizado el proceso de cortejo y apareamiento, suelen vivir en los nidos de otras aves. Ponen de tres a cuatro huevos por cada vez. El trabajo de incubación de los huevos está a cargo de la hembra, mientras que el macho se dedica a vigilar los alrededores para asegurarse de que no haya depredadores y buscar comida. Alrededor del mes de incubación, los polluelos nacen con un día de diferencia entre cada uno y son alimentados por ambos progenitores hasta que aprenden a volar y salen en busca de su propia vida.
El estado de conservación de esta especie se encuentra en preocupación menor. Dado que no es una especie tan conocida ni tan común como mascota dentro de la familia de los búhos, no ha habido mucha caza ilegal ni comercio de esta especie.
Su relación con los humanos se podría considerar como estable, ya que no hay muchos registros de que hayan atacado a otras personas. Es posible que si alguien entra en su territorio y detecte el peligro se lance al ataque, pero por norma general son aves tranquilas. Mientras tengan comida, permanecen tranquilos en sus hogares, sin molestar a nadie que pueda pasar por la zona. Pero si son molestados, pueden ser tan violentos como cualquier otro miembro de su especie.