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Aves Exóticas

Agapornis nigrigenis

El agapornis nigrigenis es una de las variantes más rara de esta especie. Se le conoce como el agapornis de mejillas negras, aunque en algunos países de habla hispana también se le ha bautizado como el inseparable cachetón.

¿Cuál es su historia?

A principios del siglo XX, en 1904, fue descubierta en Zambia por el doctor Kirkman, quien lo bautizó como agapornis nigrigenis por las mejillas negras que caracterizan tanto a esta ave. Muchas veces son confundidos con los personatus y no se trata de un ave muy fácil de encontrar.

A pesar de que es fácil de criar, no son tan fáciles de encontrar en tiendas. Además, en cautividad se dice que está en peligro de extinción por los pocos criadores que se están dedicando a su expansión, por lo que actualmente solo se les puede encontrar  en la selva africana.

Unas características bastante peculiares

Aunque muchos dicen que se le puede confundir con el agapornis personata, lo cierto es que resulta bastante fácil de diferenciar del resto de aves de esta especie. Por ejemplo su tamaño es de los más pequeños de la especie, llegando a unos 13,5 cm, aunque algunos ejemplares han llegado a los 14 centímetros.

La tonalidad de la frente y la cabeza es de un tono marrón oxidado, mientras que en las mejillas presenta un tono más negruzco, motivo de su nombre. Su cuello es de una tonalidad anaranjada, mientras que las alas tienen un color verde oscuro intenso que acaban en negro.

Su cuerpo, por norma general tiene un tono verde, más brillante en las alas que en el abdomen. Su anillo ocular es de color blanco, mientras que su pico tiene un tono rojizo poco intenso y las patas son de color gris.

Saber la edad de un agaporni nigrigenis es fácil gracias a la tonalidad del pico, que es naranja cuando son jóvenes. Sin embargo, diferenciarlo de la hembra no resulta tan sencillo, puesto que no presenta dimorfismo sexual. Para saber el sexo, hay que fijarse en los huesos de la pelvis, que en la hembra estarán más separados.

Existen algunas variantes que han mutado a partir de esta raza, que presentan tonos amarillos por todo el cuerpo de color azul, pero el originario es de color verde.

Criarlo, ¿cómo se hace?

Aunque se trate de una variedad muy difícil de encontrar no resulta del todo imposible y hay algunas tiendas especializadas que lo venden. Ademas su carácter es bastante amigable, por desgracia no es tan buen compañero como el reoseicollis o el fischeri, pero tiene a su favor que no resulta tan asustadizo como el personata. Al estar en la jaula, no le importa que haya otros pájaros y no necesita que el agapornis sea de su misma raza. Por lo que no hay de tenerlo en un aviario grande con otras aves.

Es un ave que se alimenta especialmente de semillas como por ejemplo el maíz, el sorgo y el mijo, por lo que es bueno darle de comer una combinación de estas semillas. También le gusta comer alimentos vegetales, como la ensalada siempre y cuando esté picada. Para completar su dieta es bueno darle larvas de insectos, colocadas por el suelo para que sea él mismo quien las cace.

Su jaula debe tener por lo menos 60x40x80 centímetros de medida, ya que se trata de un ave que le gusta mucho volar y necesita bastante espacio para poder moverse en el caso de que no se le vaya a dejar salir de la jaula. La separación de los barrotes no debe superar el centímetro para que no puedan meter la cabeza entre las barras.

No es un ave que requiera de muchos cuidados especiales, pero son bastante limpios, así que hay que limpiarle la jaula muy a menudo. Hay que tener cuidado de no colocar perchas cerca de los comederos o bebedores porque los pueden llenar con sus heces.