Es cierto que dentro de la especie del ruiseñor, esta ave resulta ser bastante cantarina. Pero hay uno en concreto, que es de los mejores cantadores de la especie, y es conocido como ruiseñor silbador.
¿En dónde vive esta especie?
El ruiseñor silbador, también conocido con el nombre de petirrojo de Swinhoe o larvivora sibilans, pertenece a la familia de los muscicapidae y es un ave bastante asustadiza que suele estar bien camuflada.
Se extiende desde el sur de Siberia y el mar de Okhotsk hasta el sur de China y el sudeste de Asia, siendo una ave muy rara de ver en Europa.
¿Y cómo es de apariencia?
Lo cierto es que de tamaño es bastante parecida al ruiseñor común, ya que mide 14 cm. Se caracteriza porque sus plumas tienen un tono que mezcla el gris-marrón con el gris-blanquecino, con unas marcas pálidas de color blanco y circulares en la zona de la garganta y el pecho.
Sus alas son muy fuertes y su pico de pequeño tamaño, pero con el que es capaz de coger pequeños insectos sin muchas complicaciones para comérselos rápidamente. En lo que se refiere a la diferencia entre el macho y la hembra, ambos sexos son idénticos. La única forma de diferenciarlos es a través del canto del macho, ya que este canta durante el día y la noche (sobre todo si es la estación de primavera). La hembra, por su parte, es menos cantarina.
Cuando son jóvenes, estos no se parecen mucho a los adultos. Van obteniendo el color marrón-gris de sus plumas cuando hacen la primera muda de pluma. No es un ave que esté muy distendida como ave mascota.
¿Y qué más se sabe de esta especie?
Se trata de un ave migratoria, como el resto de ruiseñores, que se reproduce en los bosques de la taiga, al noreste de Asia y Mongolia, pasando el invierno en la zona sudeste del continente asiático y el sur de China. Es muy raro de ver en Europa Occidental durante esta época, aunque en algunas ocasiones se han podido ver ejemplares, como en la Isla Fair, en Escocia, o en Dinamarca en el año 2012.
Es una especie que suele vivir en tierras bajas, pero pueden llegar a vivir en altitudes de hasta 1200 metros del nivel del mar. En los meses de invierno lo normal es que vivan en zonas de árboles dispersos, matorrales, parques y jardines.
Si bien es cierto que es un ave bastante cantarina, lo cierto es que cuesta mucho detectarla. Se esconde entre ramas ocultas, durante periodos considerables. A la hora de alimentarse baja a la tierra para poder capturar a los insectos, alimentándose principalmente de hormigas, escarabajos, arañas e invertebrados. Durante el movimiento por el suelo es normal verle chasquear la cola.
Su época de reproducción seda en los meses de junio/julio. El nido lo construye con forma de cuenco, en el agujero de un árbol o un tocón, cerca del suelo para que le sea fácil bajar a buscar comida y así vigilar el nido. Este está fabricado con hojas secas, hierbas y musgo, forrado con materiales finos. La hembra pone de 5 a 6 huevos de color azul pálido, con manchas marrones. La madre es la que se ocupa de la incubación mientras que el macho la alimenta. Al nacer los pichones, a las tres semanas, ambos padres dan de comer a sus crías hasta que estas alcanzan las tres o cuatro semanas de vida, momento en el que comienzan a aprender a volar para abandonar el nido y juntarse con otras aves de la misma especie.