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Aves Exóticas

Ruiseñor pechiazul

¿Listo para sumergirte en el apasionante mundo de las aves? Seguro que habrás oído hablar de la especie de los ruiseñores, pero, ¿alguna vez habías oído hablar del ruiseñor pechiazul? ¡Es una de las mejores de su especie!

¿Dónde vive esta especie?

Recibe el nombre científico de luscinia svecica y se distribuye desde Escandinavia hasta Asia, incluso se pueden encontrar algunos ejemplares en Alaska, así como también en Europa Central y occidental.

Es un ave migratoria, por lo que no es raro verla durante los meses de invierno en el sur de España e Italia, así como en otros países más cálidos que se encuentren en el sur de Asia, como la India, y en algunas zonas del norte de África.

¿Cómo es el aspecto de esta maravillosa ave?

De tamaño es muy similar al petirrojo, con un tamaño entre 13 – 14 cm y pesando alrededor de 20 gramos. Presenta una figura esbelta cuando está parado. Sus patas y el pico son bastante finos, con un color gris oscuro. Sus ojos son de color negro.

Tal y como indica su nombre, se caracteriza por una mancha azul que va desde la garganta hasta su pecho, que en ocasiones puede tener también una mancha de color blanco en el centro. Esto varía según la subespecie. Esta termina en una franja de plumas negra, muy fina, y otra franja más extendida en la zona del vientre que tiene un color anaranjado.

Esta franja es una seña de dimorfismo sexual, ya que las hembras la tienen menos vistosa. El resto del plumaje de su cuerpo presenta zonas más blanquecinas y amarillentas, y suele estar bastante más diferenciado. La cabeza es de un tono marrón oscuro, como la espalda y sus alas, las cuáles son algo más claras que la cabeza. Las puntas de su cola son de color negro, mientras que las partes superiores de esta son de un color naranja o rojo anaranjado.

Aunque se le conoce con el nombre de ruiseñor pechiazul, muchos prefieren llamarlo por la traducción literal de su nombre científico: ruiseñor sueco. Según los expertos, cuenta con un total de 11 subespecies, aunque muchos son los que defienden que las pequeñas diferencias que hay entre ellas no son suficientes como para catalogarlas de “subespecies” y en realidad son la misma con mínimas diferencias.

Las subespecies con las que cuenta el pechiazul son:

  • Luscinia svecica svecica
  • Luscinia svecica cyanecula
  • Luscinia svecica namnetum
  • Luscinia svecica kobdensis
  • Luscinia svecica volgae
  • Luscinia svecica pallidogularis
  • Luscinia svecica azuricollis
  • Luscinia svecica tianshanica
  • Luscinia svecica magna
  • Luscinia svecica lurestanica
  • Luscinia svecica abbotti

La diferencia entre las diferentes subespecies se encuentra en la cantidad de color azul que tienen en su garganta, motivo por lo que los expertos consideran que son la misma especie.

¿Qué más se puede contar sobre esta maravillosa ave?

Es una especie que se alimenta de los insectos que atrapa, generalmente en claros y posaderos de zonas escarchadas. Se alimenta, especialmente, de coleópteros, insectos acuáticos, dípteros, lepidópteros y de algunas larvas. De vez en cuando se puede alimentar de frutos de arbustos silvestres y durante el mes de otoño de algunas semillas.

Cuando ha llegado el momento de la reproducción, construyen sus nidos en las laderas de sierras y montañas, en zonas cercanas a dónde haya agua para poder conseguir sus alimentos, entre la densa vegetación. La puesta suele sucederse durante mediados de marzo, con unos 5 – 7 huevos de color verde con un tono azulado con algunas manchas de motas rojas. La incubación, realizada conjuntamente entre el padre y la madre, dura dos semanas. Al nacer los polluelos, estos tardan un mes en abandonar el nido y comenzar a volar.

Según los datos de BirdLife International, en el año 2.000 había una población entre 880.000 y 2.400.000 parejas. En España podrían haber alrededor de unos 12.000 ejemplares según un estudio de 1.997. Número que aumenta durante los meses de invierno. Dado que se han habituado muy bien al contacto con humanos, no es raro ver a esta ave viviendo cerca de las ciudades, especialmente en parques, pero lo más común es encontrarlos en zonas de montaña alta, sobre todo en época de reproducción. Algunas veces pueden anidar en jardines o incluso en tejados.