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Aves Exóticas

Pinzón de Darwin oliváceo

Dentro de la familia de los pinzones, hay uno en especial que se ha convertido en el favorito de los amantes de esta ave, como es el caso del pinzón de Darwin oliváceo. ¿Te interesa saber más sobre él?

Un ave bastante extendida

Al certhidea olivácea también se le conoce como pinzón cantor verde o pinzón trinador. Forma parte de la familia de los cherthidea que compone, a su vez, la familia de los Thraupidae. En algunas ocasiones se le clasifica en la familia de los emberizidae.

Especialmente se encuentra en las islas Galápagados de Ecuador como Fernandida, Isabela, Santiago, Rábida o Baltra, así como en Santa Cruz. Especialmente vive en zonas húmedas de las islas mayores, diferente al pinzón de Darwin gris que prefiere habitar en matorrales.

¿Cómo es de aspecto?

Es un ave de pequeño tamaño que puede medir entre 13 – 15 centímetros, según el ejemplar. Su pluma es de color verde oliva en ambos sexos, lo que hace que sea algo difícil diferenciar al macho de la hembra al no presentar un dimorfismo sexual evidente. Algunos se basan en la diferencia de tamaño entre estas aves, pero no es un método adecuado para catalogar a los machos y hembras. En algunos ejemplares de otras islas, se puede diferenciar al macho porque este exhibe en el rostro una mancha de color durazno.

Su pico es muy pequeño, por lo que no es adecuado para poder alimentarse de frutos y semillas como hacen otros pinzones, por ello es un ave que su dieta se compone especialmente de insectos y artrópodos.

La especie fue descrita por primera vez en 1837 por el británico John Gould bajo el mismo nombre científico y posteriormente ha ido siendo estudiado hasta que finalmente se decidió incorporarlo a la familia de los pinzones.

Parece ser que es un animal que no tiene muchos problemas al relacionarse con otras aves, siendo un ave muy alegre y cantarina, motivo por el cual muchos quieren tenerla como una mascota.

¿Es posible tenerlo como mascota?

Nada impide tener a este pinzón como un ave de compañía. De hecho, es de los más comunes de ver en los comercios. No obstante, a la hora de adquirirlo, se recomienda hacerlo en un comercio especializado o de un criador.

Su mayor atractivo como mascota es el canto que realiza cuando está contento. Quizás cuando llegue a casa no se sienta feliz de estar en su jaula, pero poco a poco se irá acostumbrando. Al contrario que otros pinzones, este coge confianza en muy poco tiempo con el que va a ser su dueño, por lo que no resulta nada complicado el estrechar vínculos con él. Mucho ojo al tamaño de su jaula, porque al ser un ave de pequeño tamaño podría intentar escaparse por el hueco que hay entre barrotes, así que estos tienen que tener un espacio mínimo. Además, también podría intentar escaparse al abrir la puerta de la jaula, de modo que hay que cerrarle todas las salidas para evitarlo.

Se le puede entrenar sin muchos problemas para que se pose en el dedo o en la mano, pero es algo que va a requerir de mucha paciencia por parte del dueño. Es amigable, es cierto, pero cuesta mucho que quiera posarse en un lugar que le resulta desconocido.

Aunque su alimentación se compone especialmente de insectos, de vez en cuando se le puede dar alguna pieza de fruta, verdura o semillas, siempre que se hayan lavado y trocado previamente, ya que su pico no es tan duro como para perforarlas. Pero, lo mejor es alimentarlo a base de pequeños insectos.