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Aves Exóticas

Pinzón de Darwin oliváceo

¿Estás pensando en escoger un pinzón como tu animal de compañía? Una elección muy adecuada, especialmente si lo que quieres es un animal que sea fácil de cuidar. Una de las apuestas por las que podrías apostar sería por el pinzón grande de cactus.

Un ave muy curiosa

El pinzón grande de cactus, también conocido como el pinzón de Darwin conirrostro o Geospiza conirostris, forma parte de la familia de los Thraupidae y es endémica de las islas Galápagos en Ecuador, especialmente en Genovesa. Según estudios, pudo llegar a las islas hace más de dos millones de años.

Por norma general vive en zonas de matorral tropical, pero de vez en cuando se le puede ver en otros ambientes, como cerca de las ciudades, siempre y cuando pueda conseguir alimento.

¿Y cómo es de aspecto?

El pinzón grande de cactus es un ave de pequeño tamaño que puede medir alrededor de 15 centímetros y pesar hasta los 25 gramos, depende de si va a vivir en cautividad o vive en libertad.

Es fácil diferenciar al macho de la hembra, puesto que la hembra tiene el pico rojo y el plumaje de color blanco, marrón y negro. Por otro lado, los machos tienen el pico en una tonalidad más oscura y el plumaje es de color negro. Dentro de esta especie, aunque no se considera una subespecie, se encuentra el pinzón de la isla La Española, que tiene el pico más grande que el pinzón de la isla Genovesa.

Se caracterizan por tener un pico muy fuerte, con el que pueden comer semillas grandes y duras sin muchos problemas, pero también se alimentan de pequeños insectos y larvas que componen su alimentación principal.

Son grandes voladores y suelen vivir en pequeños grupos en los que se protegen unos a otros. No parece que sea una especie monógama como sucede con los guacamayos o los agapornis, por lo que se le puede emparejar con diferentes tipos de hembras a lo largo de su vida.

Es la mascota ideal para mí, ¿qué tengo que saber?

Dentro de la familia de los pinzones, el pinzón grande de cactus es de los más comunes de tener como mascota, especialmente porque resulta muy sencillo hacerse cargo de él.

Lo primero de todo es la simpleza de su alimentación, que se compone especialmente por diferentes tipos de semillas. Hay que darle una combinación de diferentes semillas y él solo se ocupará de romper la cáscara de estas. También se le puede dar un poco de fruta y de verdura, con el fin de que reciba muchos nutrientes y pueda estar sano dentro de la jaula. En cuánto a los insectos, larvas, moscas… cualquier tipo de insecto le gusta. Es mucho mejor dejar al insecto en la jaula y que sea el ave mismo quien se ocupe de su captura.

La jaula no tiene porque ser muy grande, aunque si lo bastante para que el pinzón pueda estirar las alas dentro de esta. Al contrario que otras especies de pájaros, cuesta mucho que coja confianza con el ser humano, por lo que al intentar sacarlo de la jaula para que “se pose en la mano” se recomienda cerrar puertas y ventanas para evitar que pueda escaparse.

Son pocos los datos que hay sobre su cría en cautividad con el fin de reproducirlos, pero no parece ser demasiado complicado. Basta con poner en una jaula independiente a dos ejemplares, construirles un nido de madera y dejar que el proceso siga sus pasos. Cuando se hayan apareado, la hembra se quedará en el nido y pondrán los huevos, de dos a tres, dejando un día o dos de diferencia en cada puesta y posteriormente los incubará hasta que nazcan los polluelos.