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Aves Exóticas

Diamante bichenov

¿Puede que el diamante bichenov haya captado tu atención? No es para menos, ya que se trata de un ave de aspecto bastante hermoso y que suele gustar a la gente como mascota. Pero, ¿qué tienes que saber para su cuidado?

¿De dónde es esta ave?

Se le conoce con el nombre científico de taeniopygia bichenovil, comúnmente denominado como diamante bichenov, y se distribuye por el continente australiano, más concretamente en la zona norte y este del mismo.

Le gusta estar en terrenos que no tengan demasiada vegetación, especialmente arbustos o matorrales cercanos a grandes masas de agua. Aunque también se le pueden ver en zonas urbanas siempre y cuando hayan parques y jardines.

¿Es fácil de distinguir de otros diamantes?

Lo cierto es que si, ya que su tamaño es menor que el de otros, pues solo mide los 10 cm como máximo (lo normal es que sea un poco más pequeño). El color de su pluma no es demasiado brillante, pero es agradable a la vista.

Su cara tiene una cromía blanquecina en la zona de las mejillas, en la que resalta el negro de sus ojos. Las dos mejillas cuentan con una delgada línea negra que a veces no es perceptible a la vista. La parte superior de la cabeza, el lomo y el extremo de sus alas son de un tono pardo claro, mientras que las alas son de un castaño oscuro con algunas manchas de color blanco.  El pecho, por debajo del collar negro, es de color marfil, siendo más oscuro en la zona del abdomen en la que tiene una línea negra que le separa del cuello. Las plumas de la cola son de un tono marrón oscuro.

A simple vista, una persona inexperta no podría diferenciar al macho de la hembra. Las líneas de la pluma del macho parece que presentan una demarcación nítida frente a las hembras. Además, parece ser que los machos son los que cantan, mientras que las hembras no practican el canto, igual que sucede con el diamante mandarín.

En lo que respecta a su carácter, es un animal bastante pacífico, tanto con los miembros de su misma especie como con el resto de aves que se encuentren en su hábitat. Una característica que se mantiene durante todo el año pero que cambia un poco durante el periodo de cortejo, reproducción y crianza de los pichones, momento en el que puede que se vuelva un poco más violento porque no quiera que nadie se acerque a su nido.

¿Difícil de cuidar?

Lo cierto es que no es un ave bastante complicado de cuidar, puesto que es muy frecuente en casas de los amantes de las aves, aunque no tenga tanta fama como los canarios, el jilguero o el ruiseñor.

En el caso de vivir en una jaula grande, no le importa mucho la entrada de un ser humano en esta. Tampoco le importa mucho el vivir en un espacio más reducido, ya que su pequeño tamaño tiene la gran ventaja de que no va a requerir de una jaula tan grande como la de otras aves. Eso sí, su jaula tiene que estar bien resguardada de las corrientes de aire y del sol.

Para que críen, estos tienen que contar con un nido caja de 10 – 15 centímetros de lado, además de bastante material  para que puedan acondicionar el nido a su gusto, como por ejemplo heno o pelo de animal. La hembra hará la puesta de unos cuatro o cinco huevos y serán incubados por los padres durante dos semanas hasta que nazcan los polluelos, los cuáles estarán bajo su tutela durante tres semanas.

La base de su alimentación se compone de mixturas que se pueden adquirir en cualquier tienda de animales, complementada con alpiste y pasta para insectívoros. De vez en cuando hay que darle alguna pieza de fruta y verdura para que reciba nutrientes y otras vitaminas. Se le pueden añadir sin problemas complejos vitamínicos en el agua, para así cuidar mejor de esta ave. Eso sí, no hay que pasarse con la dosis recomendada o podría acabar teniendo problemas de salud. Tampoco hay que pasarse con la cantidad de fruta y de verdura o tendrá problemas digestivos.