
Aunque existan muchos tipos de especies dentro de una misma familia, algunos acaban siendo mucho más populares que otros. Es el caso por ejemplo de la perdiz chucar, siendo una de las especies más conocidas dentro de la familia de las perdices.
¿De dónde es?
Se trata de una especie bastante extendida. El alectoris chuckar pertenece a la familia de las phasianidae, y habita desde la zona oriental del Mediterráneo hasta la zona central de Asia y China. De hecho, en Pakistán es considerada como el ave nacional. Su nombre de chucar deriva de chakhoor en urdu.
Con los años ha sido introducida en otras regiones con gran éxito, como Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda y en Australia. Sin embargo, en este último punto se cree que se ha extinguido.
Bastante fácil de reconocer
De aspecto físico algunos podrían confundirla fácilmente con la perdiz griega, aunque tiene algunas características un tanto diferentes. Por ejemplo, el antifaz que le cubre la cara, y atraviesa los ojos, es un poco menos pronunciado y el color del plumaje es un poco más rojizo que el de la variante griega. Aún así, de aspecto son casi idénticas.
Mide entre 32-35 cm, y aunque no presenta dimorfismo sexual, la hembra es un poco más pequeña que el macho. El color de su plumaje es perfecto para servirle como camuflaje, pudiendo parecer como el coral, de un tono rojo muy clarito, cuando le da la luz del sol.
Al igual que la variante griega, motivo por el que se cree que estos pueden estar emparentadas, cuenta con plumas alares listadas de color blanco y negro.
Se le han reconocido un total de 14 subespecies:
- Alectoris chukar cypriotes: Reside en la zona sureste de Bulgaria, al sur de Siria, Creta, Rodas y Chipre.
- Alectoris chukar sinaica: La cuál se encuentra en el norte del desierto sirio hasta la península del Sinaí.
- Alectoris chukar kurdestanica: Solo podría verse en el Cáucaso e Irán.
- Alectoris chukar weare: Se la puede localizar en el este de Irak y el sureste de Irán.
- Alectoris chukar koroviakovi: Se extiende desde el este de Irán hasta Pakistán.
- Alectoris chukar subpallida: La cuál reside en Tayikistán.
- Alectoris chukar falki: Bastante extendida por la zona central y norte de Afganistán, en Pamir y el oeste de China.
- Alectoris chukar dzugarica: Endémica de Mongolia, Altai y en el Tíbet.
- Alectoris chukar pallescens: La cuál reside en el noreste de Afganistán.
- Alectoris chukar pallida: Bastante común en el noreste de China.
- Alectoris chukar fallax: Comparte hábitat con la subespecie pallida en el noreste de China.
- Alectoris chukar chukar: La variante nominal que reside en el este de Afganistán y se extiende hasta el este de Nepal.
- Alectoris chukar pubescens: Vive en la zona interior de Mongolia, el noreste de Sichuan y el este de Qinghai.
- Alectoris chukar potanini: Solo se la encuentra en el oeste de Mongolia.
Una especie bastante común
Al ser una especie tan extendida, resulta ser bastante común de ver en los diferentes países de oriente. Al contrario que le ha sucedido a otros miembros de su familia, esta ha sido muy poco usada para la caza, razón por la que su población es tan grande. Sin embargo, en algunos países en los que se ha introducido si que se ha usado para tal fin, motivo por el que se considera que en Australia podría estar extinguida.
Su comportamiento es el de un ave tímida y asustadiza, a la vez que curiosa. Lo normal es que se oculte entre la maleza y observe el entorno antes de salir a investigar en búsqueda de alimento. En el caso de detectar alguna amenaza, se quedará agazapada hasta que pase el peligro, camuflada gracias a su plumaje.
A la hora de alimentarse lo hace de semillas, brotes de plantas y de sus raíces. Sin embargo, también puede capturar insectos que devora de un solo bocado, como las arañas, las moscas o pequeños insectos que pueda cazar en el suelo.
La reproducción suele llegar en la estación de la primavera, casi a finales de esta. Tras el apareamiento, las hembras serán las encargadas exclusivamente del cuidado de las crías. Construirán un nido en un lugar bien resguardado, para evitar que un posible depredador lo encuentre, y los incubará durante 18-22 días. Nacidas las crías, estás ya abandonan el nido casi al cumplir las dos semanas, siguiendo a la madre para conseguir alimento. No abandonarán definitivamente el nido ni serán tan independientes hasta cumplir el mes de vida.