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Aves Exóticas

Flamenca

De todas las especies de aves que pueblan España, es posible que la flamenca sea una de las que más tiempo lleva sobrevolando los cielos, aunque se tardó mucho en tener registros de esta fabulosa ave.

La flamenca, una paloma con mucha historia

Aunque esta especie de paloma lleva mucho tiempo en España, no fue hasta 1.800 que se registró como tal por Rojas Clemente, aunque un año antes A.J Cavanilles la mencionó en una de sus obras en 1799.

Según los expertos, es muy posible que esta ave fuera introducida en la Península Ibérica desde la costa africana durante la dominación musulmana entre el siglo VIII y el siglo XV, pero no hay muchos registros que así lo demuestren.

Unas características muy peculiares

La flamenca se caracteriza por ser una paloma de gran tamaño, ya que suele medir, de cabeza a la cola, entre 40 y 45 cm. Suele ser de carácter tranquila, aunque cuando están en celo, los machos son muy persistentes. Su peso es de aproximadamente unos 800 gramos en los machos, mientras que las hembras, de menor tamaño, suele rondar los 700 gramos.

Su cabeza es voluminosa, bastante ancha y con ángulos redondeados. Resalta su pico corto, pero muy ancho y grueso, siguiendo la línea de la cabeza. Suele tener un color claro. Las carúnculas nasales no son muy rizadas, pero las tiene bien desarrolladas y anchas. Bajo el pico tiene dos verrugas laterales y una central, la cuál puede llegar a tener el tamaño de una avellana. Estas tres verrugas le dan la apariencia de una papada de color rojo. En el centro de la cabeza tiene situados sus ojos, de gran tamaño y con un tono rojo-anaranjado, aunque en los ejemplares de color blanco este puede ser de color veza.

Su cuello es de longitud media pero ancho y fuerte. En la parte superior del mismo la pluma está un poco más suelta y es fina, lo que se conoce como cuello de oca, mientras que su pecho es bajo, pero ancho y con forma redondeada. Sus alas son muy fuertes y largas, llegándole al extremo de la cola. Gracias a ella puede recorrer grandes distancias a gran velocidad. La cola está formada por doce plumas de gran tamaño, las cuáles no deben tocar el suelo para demostrar que el ejemplar está bien cuidado. Destaca por tener un plumaje fuerte, pero al mismo tiempo que resulta muy fino al tacto.

¿Cómo se debe cuidar de una flamenca?

Quizás uno de los mayores problemas que puede representar la flamenca para los cuidadores es su gran tamaño. Esto hace que el palomar tenga que ser por lo menos de 2 metros cúbicos por cada ejemplar que se tenga en él. Además, su carácter fogoso a la hora de ligar con una hembra puede molestar al resto de palomas que hay en el palomar, por lo que es recomendable separar a la pareja que se quiera “reproducir” para evitar que el resto del palomar se estrese.

Resulta bastante dócil, mucho más que otras aves, pero no hay que dejar de trabajar día a día para conseguir que sea una paloma que obedezca las órdenes. Puede volar rápido y tiene unas alas muy fuertes, pero sus primeros días de entrenamiento tienen que estar pensado para trayectos cortos y luego ir duplicando la distancia.

Al ser de gran tamaño no hay que permitir que engorde, por lo que la dieta tiene que ser muy estricta. Darle la cantidad de fruta adecuada, sin superar las dos o tres piezas de fruta a la semana, y un buen combinado de diferentes semillas para que reciba todos los nutrientes necesarios.