El nombre de escampadissa es un nombre que suena mucho entre los amantes de las palomas, pero los que nunca hayan oído hablar de ella es posible que se enamoren de ella a simple vista, porque es un ave hermosa.
¿Cuál es la historia de este palomo?
¿Cuál fue el momento en el que apareció este palomo? Pues resulta bastante complicado establecer un momento preciso, pero los escritos dan a pensar que surgió durante los siglos XVI y XVII en los Países Bajos y el Continente Asiático.
Durante el siglo XIX se convirtió en una de las aves más queridas en las Islas Baleares, en la que actualmente se encuentra una de las concentraciones más grandes de esta especie. Sin embargo, también se pueden encontrar en algunas partes de España algunos criadores no han escatimado esfuerzos en hacer crecer la población.
¿Y cómo es la escampadissa?
Es un ave de tamaño mediano, unos 25 – 30 centímetros, de aspecto alargado debido al plumaje que tiene en las alas y la cola. La posición de su cuerpo suele ser horizontal, con bastante plumaje y de sensación mullido al tacto. Su peso suele oscilar por los 320 – 350 gr.
Por norma general es un ave tranquila, pero también bastante nervioso e inquieto. Cuando vuela, se eleva dando vueltas formando pequeños círculos, hasta que alcanzar la altura necesaria para empezar a volar, lo que le dio su nombre cuando lo hacen en grupo y cada ave va en una dirección.
La cabeza es estrecha, con una frente ligeramente inclinada la cuál enlace a través de una casi imperceptible curva con la parte superior, la cuál es plana. Su pico es de tamaño medio, poco grueso, recto y su coloración suele ser similar al del plumaje. Los ojos, por norma general, son de un tono blanco-perla oscuro, pero con algunos tonos rojizos. En el caso de que el palomo sea blanco, lo normal es que los ojos sean de color negro.
Aunque su cuello es bastante corto, su espalda es muy ancha, con un pecho escaso. Las alas son largas, y las apoya sobre la cola cuando está en reposo, por normal general nunca llega a sobrepasar la extensión de la cola. La cola está compuesta por unas 16 plumas, aunque algunas palomas de esta especie pueden llegar a tener 19. Sus patas son cortas, sin plumas, con las uñas del mismo color que el pico.
Por norma general el color más común de esta especie es el color ceniza, aunque también hay blancas, roja en coloración uniforme y la blanca gris.
¿Es recomendable criar este tipo de paloma?
Debido a su carácter inquieto, puede que no sea la mejor recomendación para un criador novato. No, no es un ave que vaya a dar muchas complicaciones a su criador, pero si el objetivo es enseñarla a volar sola, si que puede ser un auténtico dolor de cabeza ya que requiere de otra ave de la misma especie que la tenga controlada.
No suele llevarse mal con el resto de aves, pero sí que pueden haber problemas al ponerla en un palomar con aves que sean muy territoriales, ya que es un ave que le gusta moverse por todo el palomar, sea quien sea el dueño de este. No es tan ligona como otras especies de paloma, por lo que no hay apenas problemas en la temporada de celo de este palomo. Aún así, es recomendable que el macho y la hembra tengan un módulo independiente donde puedan “manifestar” su amor.
Su alimentación se compone de una mezcla de semillas, pudiendo ingerir también algunos tipos de verdura como la lechuga o la zanahoria siempre y cuando estén troceados, y alguna fruta como la manzana. No es muy propensa a las enfermedades, pero ello no quita que no haya que prestarle atención.