Saltar al contenido
Aves Exóticas

Buchón veleño

Andalucía tiene muchos ejemplares hermosos, pero sin lugar a dudas, muy pocos pueden competir con la hermosura y la majestuosidad del buchón veleño. ¿Qué no es tan conocido? Pues lleva mucho tiempo viviendo en la provincia de Málaga.

¿Cuándo apareció este buchón?

Resulta bastante complicado decir con exactitud en que momento el buchón veleño llegó a España, aunque se tiene constancia que lleva en la provincia malagueña por lo menos 200 años. En la antigüedad era conocido como el “Castellano”, denominación que era usada para distinguir la calidad de esta raza con la del resto de buchones que había en la zona. Es muy común en el municipio de Vélez-Málaga y en Axarquia, en la que tienen unos curiosos palomares conocidos como “farsos”.

Para su creación se combinaron primero el buchón andaluz, parece ser que el colitejo, junto con el buchón valenciano antiguo, para posteriormente combinarlo con el laudino y, por último, con el zurito. Los principales amantes de estas aves se encuentran en Benamocarra, dónde hay una gran tradición en el cuidado y cría de estos aves, y en Algarrobo, en la que no hay tanta población, pero está bastante asentada.

¿Y cómo es el buchón veleño?

Resulta bastante fácil distinguir este buchón del resto. Por ejemplo, las carúnculas nasales forman una uve poco pronunciada, lo que hace que sea sencillo identificar a esta ave. Su cabeza es redondeada y homogénea, con unos ojos de un color rojo intenso cuando sus plumas son oscuras, pero en un tono pardo cuando estas son claras. En el caso de que el ejemplar tenga plumas blancas o de tono jazmín los ojos son negros. Su pico se caracteriza por ser mediano y fino.

El largo de esta ave oscila entre los 25 y 28 cm, con un peso entre los 300 y 400 gramos, por lo que no resulta ser un ave demasiado grande. Su buche se descuelga de la parte inferior del pico, formando un pliegue el cuál se acentúa en los buchones de mayor edad, con una forma redondeada ligeramente caído. En la mayoría de los ejemplares hay una raja en el centro que no llega a dividirse.

Sus patas resultan bastante largas, limpias de plumas, con un color rojo fuerte. La cola suele ser de tamaño medio, compuesta por doce plumas anchas que parece que se proyecten desde la cabeza. Cuando está volando la mantiene abierta, ligeramente caída. Las almas son de tamaño medio, con diez plumas de vuelo, que no llegan hasta la cola. La gama de colores es bastante extensa, aunque predominan los de tono azul, también hay algunos de tonos negros o tostado, pero destacan sobre todo los de tonalidad blanca o jazmín.

¿Qué hay que saber para cuidar de un buchón veleño?

Lo cierto es que este buchón está pensado especialmente para competiciones de vuelo, lo que hace que muchos no se preocupen por cuidarlo mucho para que sea bello o perfecto a la vista, haciendo que cuando se pose sobre su percha tenga un aspecto de animal duro y peligroso.

Pero cuando está en celo, durante los meses de octubre a abril, hay que tener mucho cuidado a la hora de criar. No duda en ningún momento en buscar una hembra para llevarla hasta su “lugar privado” para tener crías, pero puede ser muy pesado en la búsqueda de una compañera y bastante agresivo con los que crean que van a invadir su territorio.

A pesar de ser un ave de vuelo, cuando se ha criado desde temprana edad será bastante receloso a salir del palomar, lo que obliga al cuidador a tener que buscarle un compañero de vuelo para asegurarse que siga la ruta establecida. Es de vuelos largos, así que lo mejor es dejarlo volar una vez que esté acostumbrado y dejar el palomar abierto con su comida, para que no se acostumbre a comer antes de salir del palomar.

Bastante territorial puede suponer un problema a la hora de ponerlo con otras palomas, por lo que hay que buscarle el compañero ideal con sumo cuidado, para evitar problemas dentro del palomar.