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Aves Exóticas

Buchón Marchenero

Cada especie tiene una raza que la represente a nivel mundial. En el caso de los buchones, el buchón marchenero puede que sea el número uno, siendo criada tanto en España como en el extranjero.

¿Cuándo surgió esta raza?

El buchón marchenero es una de las especies más antiguas de España, teniendo su origen en la ciudad de Sevilla alrededor del siglo XV, aunque algunos expertos aseguran que data del siglo XVI. Desciende del palomo Cotilejo, y desde Sevilla es donde se distribuye por todo el globo.

Cuenta con mucha afición en Alemania, donde se crían, así como en Inglaterra, Francia y Holanda. En la antigüedad era conocido como buchón colitejo o buchón coliconcha por la peculiar forma que tenía su cola, aunque hay quién también lo llama “cola de langosta”.

¿Cuáles son las características de un buchón machenero?

Si hay algo que hace que este buchón sea particularmente extraordinario es su gran tamaño. Mide de cabeza a colar entre 25 y 28 cm, pero lo cierto es que tiene una estructura ósea pequeña. La mayor parte de su cuerpo está compuesta por sus enormes plumas. Lo normal es que uno de estos buchones pese de media unos 350 gr., aunque hay algunos que pueden llegar a los 400 gramos.

Tiene una cabeza estrecha y fina cuando se mira de frente, estrechándose progresivamente desde la comisura del pico hasta la altura de los ojos. Pero en el caso de verla de perfil el tamaño es mediano. Su pico tiene un tamaño corto y fino, aunque el pico superior es un poco más grueso que el inferior. El color de sus ojos dependerá del color de su plumaje.

El buche es esférico y voluminoso, elevándose sin exceso y sin colgar demasiado, lo que hace que este animal no tenga muchos problemas al caminar. Se le puede poner erguido cuando el animal se siente asustado. Frente a otras especies, este buchón tiene la pluma del buche de mayor tamaño de lo tomar, con un tacto sedoso y esponjoso. Entre estas plumas abundan las “cerdas”, una de las peculiaridades de esta raza.

Su cola está compuesta por doce plumas cortas, bastante anchas, que es lo que hace que se gane el sobrenombre de “cola de langosta” o “cola concha”. Por norma general las arrastra por el suelo, pero la cola puede estar casi vertical al suelo cuando está en celo. Las patas son de un tamaño mediano, finas y sin plumas. A la vista parecen más cortas de lo que son. Las alas, aunque son de plumas anchas en realidad no son muy largas. Sin embargo, las plumas secundarias de la misma pueden llegar hasta la cola.

Algunos ejemplares durante el vuelo “parten la cola”, pero hay algunos que no lo hacen. Al contrario de lo que se suele pensar, esto no hace que sean malos voladores, sino todo lo contrario, les ayuda a ganar estabilidad en el aire. Aunque, cuando vuelan en celo se pueden apreciar tres tipos de acciones por parte de estas aves:

  • Cola abierta: La cola está abierta y metida hacía dentro, como si fuera la cola de una langosta. Esto no lo hacen todas las aves de la raza, pero no les supone un problema a la hora de volar.
  • Rizada: Las plumas de la albardilla se le rizan, lo que hace que cuando estén volando tenga dos colas en lugar de una.
  • Buche lleno: El buche toma una forma redondeada y colocado de cierta forma que no impida su visión, dando la impresión de que parezca una semiesfera.

¿Un buchón difícil de criar?

El hecho de que este buchón se críe en casi todo el mundo no debe dar la idea equivocada de que puedan ser fácil de criar, pero lo cierto que puede ser bastante complicado. Su temperamento es cierto que es dócil, pero también es un animal bastante arrogante.

Cuando está en un palomar con otras aves, puede haber problemas si ambos son animales territoriales. Por ejemplo, no es buena idea poner a dos hembras juntos con un solo macho porque se enfrentarán por él o dos machos con una sola hembra. Aunque, debido a su carácter ardiente, tampoco es bueno que dos buchones marcheneros del mismo sexo compartan palomar.

Es un palomo bastante ligón, con grandes dotes para la conquista. Esto ayuda bastante a que se use para encontrar buchones que se hayan perdido en el camino o para atraer otros nuevos al palomar para la cría. Pero hay que tener mucho cuidado durante sus primeros trayectos, ya que se dirigirá inmediatamente a un buchón para ligar con él y podría separarse de la bandada. Por eso hay que llevarlo acompañado de otro compañero de su misma especie.