Quizás el hecho de que esta ave reciba el nombre de “buchón de clase” puede sonar un poco a narcicismo, pero lo cierto es que es una de las mejores aves a la hora de participar en concursos de postureo o para llevarlo a exposiciones gracias a las posturas que adopta durante los vuelos.
¿Cuándo apareció esta especie?
Actualmente, esta raza se encuentra principalmente en la provincia de Cádiz, en las localidades de El Puerto de Santa María, la Rota y Jerez de la Frontera. Pero lo cierto es que llegaron hasta allí procedentes de Alicante, llevadas por los marineros alicantinos alrededor de 1.940 cuando se trasladaron a esas tierras.
El paso de los años ha hecho que este ave se haya acostumbrado a su nuevo hogar lentamente. Fue cruzado con el Palomo Valenciano, el cuál también llegó a la zona por razones similares, consiguiendo así un palomo con unas características únicas.
Uno de los palomos más hermosos por sus características singulares
Cuando esta especie fue registrada oficialmente, no es para menos que recibiera el nombre de buchón de clase. Es un palomo muy elegante, tanto cuando toma una postura reposando como cuando está volando. Explota todo su potencial a la hora de realizar faenas o trabajos de vuelo, siendo un ave de vuelo rápido.
Su tamaño suele oscilar entre los 22 y 26 centímetros, por lo que es de tamaño mediano. Lo normal es que pese entre 300 y 400 gramos, con una cabeza de gran tamaño y ángulos redondeados. De hecho, su cabeza tiene forma de almendra, con una curva muy suave, lo que da una muy buena impresión en comparación con el resto del cuerpo. En el caso de las hembras, la cabeza es más pequeña y fina. Sus ojos son grandes, con un color rojo muy vivo, aunque no llega al intenso. Pero según el plumaje los ojos pueden tener un tono más rosado.
El pico es de tamaño mediano y color oscuro, muy grueso, salvo que el plumaje sea claro, que en ese caso tendrán un pico de color hueso. Las carúnculas de su pico parece que tenga la forma de un corazón. En los machos el tamaño es mayor que en las hembras, y estas carúnculas van aumentando con la edad (lo que ayuda a los criadores a determinar el tiempo de estas aves). Gracias a su cuello tiene una figura muy esbelta y su buche mediano y redondeado no rompe para nada la estética de esta fantástica ave.
Las plumas anchas y largas de sus alas, las cuáles nunca deben sobrepasar la cola cuando las tiene escondidas, es lo que hace que esta sea un ave tan veloz. La cola es bastante corta en comparación con el resto del cuerpo, aunque sus plumas son bastante anchas.
El ave que todo el mundo quiere criar
Dado que es un palomo tan majestuoso y de tan buena calidad, todo el mundo quiere criarlo. No obstante, por el mismo hecho de que resulta ser un buchón tan especial, por ello requiere de muchos cuidados, especialmente a la hora de trabajar con su plumaje y de entrenarlo.
Es perfecto para salir a buscar buchones que se hayan perdido, pero también para atraer a otros hacía el palomar. Resulta increíble el trabajo que realiza esta ave cuando tiene que encajonarla en un palomar. Aunque encuentren a una paloma que sea de otra palomar la seguirán y se posarán en este, pero sin llegar a meterse en él, con el objetivo de atraerlas hacía el suyo.
Su alimentación tiene que ser variada, para que siempre tenga los suficientes nutrientes y vitaminas, pero lo mejor es compaginar las semillas con algo de fruta, ya que esta le da la energía que necesita para los largos vuelos. Al principio, cuando son jóvenes, antes de dejarlos volar por su cuenta es mejor que vayan con otra ave, mejor de su misma especie, para que se acostumbre a las rutas y al trabajo que debe realizar.