Dentro de las especies de cada ave existen algunas que han logrado columpiarse en los primeros puestos como las mejores. Por ejemplo, cuando se piensa en una cacatúa, ¿cómo no se le puede venir a la cabeza a una persona el nombre de la cacatúa ninfa?
Un ave ejemplar
La cacatúa ninfa, conocida con el nombre científico de Nymphicus hollandicus y con el nombre común de cocotilla o carolina, es una especie endémica de Australia y una de las aves mascota más comunes del mundo. De hecho, suele ser la más recomendada a la hora de escoger una cacatúa como mascota.
Suele habitar en la zona interior de Australia, en zonas abiertas cercanas a grandes masas de agua, siendo muy rara de vez en Tasmania. Una especie nómada que cambia de hogar en base a la disponibilidad de agua y comida.
¿Y cómo es esta ave?
Lo cierto es que para ser una cacatúa, se podría catalogar como pequeña, ya que mide entre 25-33 centímetros en base al ejemplar. Durante muchos años se había catalogado como una miembro más de la familia de los loros encrestados, pero tras muchos de estudios acabó convirtiéndose en una familia aparte dentro de la especie Cacatuidae.
Se caracteriza por su cresta eréctil, en contraste con el resto de miembros de su familia, y por unas plumas muy largas en su cola, las cuáles pueden representar la mitad de su tamaño. Su plumaje suele ser de un tono gris, con una mancha de color naranja en su mejilla.
Se podría decir que resulta fácil diferenciar al macho de la hembra, puesto que la hembra tiene unas filas de puntos amarillos bajo el ala, con un barrado amarillo en las puntas de la cola, mientras que los machos no tienen nada. Las crías, cuando son jóvenes, son idénticas a las hembras, por lo que cuesta mucho diferenciar el sexo de estas hasta que mudan la pluma.
Aunque forma parte de la familia de las cacatúas, lo cierto es que no es un ave tan longeva como el resto de sus parientes, ya que la esperanza de vida media de una cacatúa ninfa suele ser de unos 15 años.
La mascota ideal
No es para menos el que esta especie se haya catalogado como la “mascota ideal” para los que están pensando en tener un ave. Para comenzar, es un ave que se acostumbra rápidamente al contacto con el ser humano y que muchos han logrado entrenarla con mucho éxito. Los machos cantan y pueden aprender a imitar unas cuantas palabras, ya que son aves muy inteligentes, pero su mayor virtud es aprender a imitar melodías o sonidos. Necesitarán un poco de entrenamiento, unos 5 – 10 minutos diarios, para poder memorizar las diferentes palabras o sonidos que quieras que aprendas.
Es cierto que es un ave más pequeña que el resto de sus parientes, pero no por ello precisa de una jaula de menor tamaño. Todo lo contrario, es muy voladora, y cuánto más grande sea su jaula, mejor para tu cacatúa ninfa. Le encanta volar por esta, pero mucho más en libertad. A la pregunta si puede estar suelta por casa, como otras cacatúas, lo mejor es esperarse a que se haya acostumbrado a seguir tus órdenes, porque sino podría intentar escaparse por una ventana. Será mejor que la tengas en la jaula hasta que logres que se pose en tu mano o se haya habituado a obedecerte cuando le digas “vuelve”.
La comida de una cacatúa ninfa se sustenta en tres pilares: la ración seca que está compuesta por pienso o una mezcla de semillas, entre la que se encuentra el apiste, y la ración fresca, la cuál tiene que ser de un 80% de verduras y un 20% de frutas que sean bajas en azúcar. No es un ave que suela poner problemas al comer diferentes tipos de frutas o verduras, y estas tienen que ser ofrecidas en trocitos y estar bien lavadas. Por supuesto, tienen que ser frescas para evitar la aparición de parásitos dentro del ave.
A las cacatúas ninfa les gusta mucho la compañía, por lo que si estás poco tiempo en casa es mejor que le ofrezcas una compañera. Estará muy contenta de tener alguien con quien pasar el tiempo dentro de la jaula.