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Aves Exóticas

Perdiz griega

Claro que si vas a visitar Grecia no puedes perder la oportunidad de sumergirte en su rica cultura. No obstante, ¿por qué no disfrutar también de su fauna? Porque si tienes la ocasión de ver una perdiz griega, ¿por qué desaprovecharla?

Un ave bastante extendida

Esta perdiz, que recibe el nombre científico de alectoris graeca, aunque sea conocida con el sobrenombre de perdiz griega, lo cierto es que está bastante extendida por Europa, pudiendo encontrársela en zonas semiáridas y rocosas de los Balcanes, los Alpes, la península itálica y Sicilia.

Una especie muy hermosa que no es tan popular en la caza como otras perdices, lo que ha ayudado a que se conserve muy bien, y algunos incluso la tienen como mascota en sus campos.

Tiene unas características únicas

Su tamaño varia según el ejemplar, pero por norma general mide entre 33 y 35 cm. El macho y la hembra son prácticamente iguales, no obstante, la hembra suele ser un poco más pequeña que el macho.

De aspecto es muy similar a la perdiz roja, la tan conocida alectoris rufa. Sin embargo, esta se diferencia porque tiene un plumaje más grisáceo en la zona del dorso y un amplio ribete negro en el cuello de la que la otra carece. Además su garganta tiene forma de pico, y las franjas de los flancos son más estrechas y oscuras.

En sus alas tiene un listado de rayas blancas y negras que le dan un aspecto muy distinguido y fabuloso cuando se la ve caminar. El pico y sus patas son de un tono rojo-anaranjado muy fuerte y hermoso.

Actualmente se le reconocen tres subespecies:

  • Alectoris graeca graeca: Se trata de la perdiz griega oriental, que se extiende desde el este de Bosnia a Grecia, Bulgaria y los Apeninos.
  • Alectoris graeca sexatilis: Esta es conocida como la perdiz griega central, ocupando desde el sur de los Alpes al oeste de Bosnia.
  • Alectoris graeca whitakeri: Conocida como la perdiz griega de Sicilia puesto que es endémica de la isla.

Un comportamiento muy común

Lo cierto es que no es una especie de ave que muestre un comportamiento muy diferente al resto de sus compañeros. A la hora de vivir lo hacen en pequeñas bandadas, escondiéndose entre la maleza y se mueven por campo abierto únicamente para buscar comida, para evitar ser vistos por depredadores.

Para comer buscan principalmente semillas, raíces, hojas, flores y capullos de plantas que pueden tener fácilmente gracias a su fuerte pico. Pero para cumplimentarla con otros nutrientes que les pueda permitir obtener energías cazan artrópodos, especialmente insectos.

Su reproducción parece darse durante la primavera, un mes antes de la llegada del verano. El macho puede reproducirse con más de una hembra en la misma época de reproducción, mientras que las hembras pueden hacer lo mismo con diferentes machos. Una vez que se han reproducido, la hembra construye un nido aprovechando la maleza y pone de cuatro a siete huevos, en ocasiones pueden llegar a ser ocho.

A partir de este punto la hembra es la única encargada de hacerse cargo de las crías. Al nacer los polluelos, alrededor de los 18 días de incubación, a los pocos días estos ya siguen a la madre cuando sale a buscar alimento y aprenden a alimentarse solos.