¿Estás pensando en visitar África para ver algunos animales peculiares de su fauna? Porque si es así, harías bien en anotarte esta información sobre el búho moro, para que así no te lo pierdas si lo tienes cerca.
¿Cuál es su hábitat?
El búho moro, conocido con el nombre científico de asio capensis, es un miembro de la familia de los strigidae y vive en África. Se extiende, principalmente, por el África subsahariana, pero también se le puede ver en el norte de marruecos, motivo de su nombre común.
Se pueden encontrar algunas poblaciones aisladas en el interior de Madagascar. Vive en marjales o pastizales húmedos con hierba alta, presentando una dieta variada y oportunista.
¿Y cómo es de aspecto?
Se podría decir que es un ave de tamaño medio, ya que mide entre 35-37 cm. Parece ser que las hembras son un poco más grandes que los machos, por lo que sería una seña de dimorfismo sexual dentro de su especie.
De aspecto es similar al búho campestre, con el que podría ser confundido, pero este es de mayor tamaño. El color de sus plumas es de color pardo, sin vetado, mientras que las partes inferiores son de un tono blanquecino con listado castaño. La mejor forma de distinguirlo de su pariente es por la uniformidad del color marrón en la parte superior, pues el búho campestre tiene un denso vetado oscuro.
Cuenta con un marcado disco facial, con unos ojos amarillos con el iris negro y copetes que parecen orejas cortas, que no suelen ser visibles salvo que las tenga erizadas. Sus alas son largas, pero suele volar de manera lenta y silenciosa para intentar pillar por sorpresa a su presa.
¿Algo más que te podamos contar sobre esta ave?
Lo cierto es que es normal verlo posado sobre el suelo o postes bajos, costumbre que comparte con el búho campestre. A la hora de caza, prefiere hacerlo por campo abierto. Curiosamente, a pesar de tratarse de un búho, no tiene hábitos nocturnos de caza, sino que lo hace durante el día.
Su alimentación está compuesta principalmente de insectos, pero también se le puede ver cazando otros animales, como pequeños mamíferos. Roedores y aves suelen formar parte de su alimentación cuando no encuentra algún insecto.
Anida en el suelo, en zonas húmedas despejadas, en las que la hembra pone de dos a cuatro huevos escondidos entre la vegetación, para que así no sean detectados por los depredadores. Esta los incuba durante un mes, y posteriormente el macho se ocupa de ir en busca de alimento mientras que la hembra se ocupa de vigilar a los polluelos. En muy raras ocasiones es al revés. Una vez cumplido el mes y medio de edad, los polluelos abandonan el nido e inician su propia vida.
A pesar de que se han detectado ejemplares en Marruecos, se cree que actualmente hay alrededor de 140 parejas reproductoras en el país. En España se dio el caso de un ejemplar en Cádiz, en 1998, cuando se encontró un ejemplar que había sido herido de un disparo. Tras su recuperación, esta fue devuelta a su hábitat.
No tienen una esperanza de vida bastante extensa, llegando a vivir unos 10 – 12 años en libertad. Dado que no es una especie común como mascota, no hay muchos datos de lo que a sus cuidados se refiere.