Si los guacamayos son los que más te gustan, ¿por qué no hacerte con uno? Y si lo que más te gusta de las aves que has tenido en casa, es que estás sean fantásticas y espectaculares, ¿por qué no ir a por un ave tan maravillosa como el guacamayo de vientre rojo?
¿En dónde vive esta especie?
El guacamayo rojo es conocido con el nombre científico de orthopsittaca manilata, y es el único miembro de la familia de los loros que pertenece al género orthopsittaca.
Vive en Sudamérica, en ambientes tropicales, extendiéndose desde Colombia y Trinidad hasta Bolivia y Perú, pudiendo encontrarse también en el centro de Brasil. Suele vivir en pantanos y bosques de palmeras, en las que anida. Es una especie bastante común, pero en algunas zonas la especie ha sido destruída.
¿Tan fantástico es a la vista?
Es una especie de gran tamaño, ya que cuando alcanza la edad adulta mide 46 cm y puede llegar a pesar los 370 gramos. Al igual que otros ejemplares, no es posible determinar el sexo del ejemplar salvo que se le realice una prueba de ADN.
El color de sus plumas es de color verde, con una mancha de color rojo borgoña en la zona de su vientre, motivo de su nombre. Su frente y los hombros son de un color azul oscuro, con un tinte gris en la zona del pecho. La parte inferior de las alas, así como de la cola, son de un tono amarillo apagado. En su rostro tiene una parte desprovista de plumas, en donde se une el pico con el rostro, de color amarillo.
Los ejemplares más jóvenes tienen una franja lateral blanca en la zona del pico, la cuál desaparece cuando cumplen el año de edad. Es una característica que comparten con el guacamayo de Spix. Esta especie emite unos chillidos agudos para poder comunicarse entre si.
¿Y cómo hay que cuidarlo?
Aunque su población ha sido mermada en algunas partes de América del Sur, lo cierto es que sigue estando muy extendida, por lo que no hay tantos problemas para conseguir un ejemplar como sucede con el guacamayo Jacinto o el guacamayo noble.
A primeras, es un animal bastante tímido que suele coger algo de confianza a las pocas semanas de vivir en su nuevo hogar. No es recomendable que viva con otras especies de aves que no sean la suya, ya que su pico es muy fuerte y podría dañar a las otras aves cuando quiera proteger su territorio. Es bastante inteligente y afectuoso con su dueño.
La jaula tiene que ser de un tamaño bastante grande, especialmente si se quieren tener dos ejemplares. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el mejor material para esta tiene que ser de acero inoxidable, pues otros materiales les son realmente fáciles de roer y podría escaparse con suma facilidad. Aunque está acostumbrado a altas temperaturas, no es para nada recomendable que su jaula esté en un lugar donde le dé directamente el sol, o podría morir asfixiado.
Fruta, verdura y semillas forman su alimentación diaria. Hay que tener mucho cuidado con darle semillas ricas en grasa, pues aunque forman una parte importante de su alimentación, estas le hacen engordar, y si no tiene una jaula en la que pueda volar, o se le va a dejar suelto por casa, sufriría sobrepeso.
La cría de esta especie no es recomendada para aquellos criadores que no tengan experiencia previa en la cría de aves. No porque resulte complicado, pero recrear las condiciones óptimas para su reproducción podría resultar bastante complicado para un criador novato.