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Aves Exóticas

Mayito de la ciénaga

¿Estás estudiando la fauna de Cuba? En ese caso te propones otra especie, muy conocido en la isla, de la que seguro que nunca antes has oído hablar: el mayito de la ciénaga. ¿Por qué no empiezas a tomar nota?

¿Qué es esta ave?

Es también conocido como turpial de hombros rojos, y forma parte de la familia de los ictéridos, en el orden de los paseriformes. Es endémico de Cuba y es una especie que se encuentra muy extendida.

Vive en las ciénagas de Cuba, así como las de la isla de la Juventud, motivo por lo el que los lugareños decidieron bautizarlo con ese nombre. En la comunidad científica es conocido como agelaius assimilis, y es uno de los cinco miembros que se siguen considerando miembro de los ictéridos.

¿Sería fácil de reconocer?

Lo cierto es que los machos son muy similares a los del tordo sargento, mientras que la hembra no cuenta con las vetas ventrales que tiene esta especie. Esto también es una seña de dimorfismo sexual dentro de la especie.

A la vista es fácil de reconocer. Su tamaño es medio, alcanzando los 15 – 20 cm cuando son adultos. El color de sus plumas es totalmente negro, salvo en la zona de los hombros, en la que las alas se tornan de un tono rojizo y luego se van volviendo más claras, hasta que finalmente recuperan el tono negruzco.

Su pico es de un tono grisáceo, que recuerda al color de los huesos, mientras que sus patas tienen un curioso tono azulado. En un principio se creía que era una subespecie del tordo sargento. Sin embargo, debido a la gran diferencia en su comportamiento, y posteriores pruebas moleculares, se confirmó que eran especies diferentes pero que sí que son parientes de alguna forma.

Un comportamiento único

A la hora de reproducirse lo hace en las ciénagas al oeste de Cuba y en la isla de la Juventud. Pasan todo el año en las ciénagas, incluso para alimentarse. Al contrario que otros ictéridos, que si que abandonan su territorio en la búsqueda de alimento, este permanece en el mismo lugar.

Al contrario que su pariente cercano, el tordo sargento, una vez que han nacido sus crías, el macho colabora en el trabajo de alimentación de las crías al igual que la hembra. Antes de la nidificación, se les ha podido ver cantando y alimentándose en pareja, por lo que las canciones se consideran unas interacciones intersexuales antes de encontrarse en los territorios reproductivos.

Debido a que vive en las ciénagas es muy raro de vez. Por este mismo motivo, también sería imposible tenerlo como mascota. No porque sea un ave que no esté acostumbrada a vivir en cautiverio, sino porque las condiciones de la ciénaga son las más propicias para ella. Por un lado cuida de su plumaje, le otorga el alimento que necesita para sobrevivir al mismo tiempo que le ofrece el escondite perfecto para evitar que otras especies amenacen su territorio. Todo lo contrario de lo que sucede con su pariente tordo sargento.

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