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Aves Exóticas

Buchón Jiennense

La localidad de Jaén está muy contenta de tener en sus cielos el buchón jiennense, también denominado por algunos como jijinense. Muchos son los cuidadores que han hecho grandes esfuerzos para dar a conocer esta raza en todo el mundo.

¿Cuándo surgió la raza?

Lo cierto es que la raza no alcanzó la aprobación oficial hasta el año 1984, cuando la expansión y la cría de esta hizo que las sociedades especializadas le dieran su visto bueno. Parece ser que su llegada a la Península se dio durante la estancia árabe en España, a través de Andalucía. Pero no fue hasta finales del siglo XIX que esta raza llegó a la provincia de Jaén en la que se asentó y se convirtió en una de sus aves autóctonas.

El ave original fue cruzada con muchas otras especies como el gorguero, el rafeño o el marchenero, hasta convertirse en lo que es hoy en día. Aunque es más común verla por la provincia de Jaén lo cierto es que algunas de estas aves también residen en Madrid, Valencia o en Ciudad Real. Por supuesto, en su país de origen, Marruecos, es dónde más se pueden encontrar estas preciosas aves.

¿Cómo es un buchón jiennense?

Por norma general es un ave de tamaño mediano, distinguiéndose entre la hembra y el macho porque el macho es un poco más grande. Su cuello es recio, esbelto y largo. Lo normal es que lo tenga echado un poco hacía atrás, lo que hace que tenga un pecho ancho. Sus alas son grandes y muy poderosas a la hora de volar, que le llegan hasta su cola.

Sus plumas las tiene pegadas al cuerpo, brillantes y muy suaves al tacto. El buche siempre tiene que ser esbelto, ya que hay algunas variantes de esta ave que lo arrastran por el suelo, una señal de mal cuidado por parte de sus criadores. La cola tiene un tamaño mediano, por norma general con 12 plumas anchas y de aspecto vigoroso. Lo más común es que predominen buchones de tonos azulados, como negros gotados, avionados o los tan conocidos pelos de rata.

De este tipo de aves se distinguen dos líneas: las que están destinadas al vuelo y las que están para exposición. Los de exposición se suele buscar que sean lo más puros posibles, para que sean hermosos cuando se encuentren en los eventos.

En el caso de los de la línea de vuelos no es tan importante la morfología como la postura de vuelo. El buchón jiennense es un excelente volador, por lo que se suele buscar los especímenes más rápidos dentro de la familia durante la cría si se los quiere usar para competiciones nacionales.

¿Qué otras cosas necesitas saber sobre esta ave?

Los criadores de estos buchones no suelen tener problemas para trabajar con ellos, pero los novatos es posible que si, especialmente cuando se les deja volar solos por primera vez. ¿El motivo? Por lo ligones que son. Son una especie que tiende a intentar ligar con el sexo opuesto una vez que le ha echado el ojo, lo que puede provocar que el buchón se pierda todo el vuelo.

Pero, a su favor, tiene que son especialmente buenos para traer a buchones perdidos, debido a su insistencia. Gracias a esto, si hay algún buchón que no ha regresado al palomar, hay que enviar a una de estas aves para que la busquen.

Si se van a usar para criar, cuando el buchón haya “escogido novia”, esta solo tiene que estar con ella durante el tiempo que den a luz los polluelos. Luego habrá que separarlo a un módulo del palomar aparte, con otros machos, y que vuelva a encontrar a una pareja adecuada.