Gallinas

Muchos consideran la gallina como un ave de la que obtener simplemente huevos. Sin embargo, no cuesta de imaginarla como una mascota. Son muchos las que la han acostumbrado a ser un ave de compañía más que un ave trabajadora.

Tipos de gallinas

¿De verdad se puede tener una gallina como mascota?

Las gallinas domésticas suelen relacionarse más con granjas, pero sí que se puede tener una gallina como mascota, al igual que se puede hacer con patos y otros tipos de aves que resultan ser poco comunes.

No obstante, existe una gran diferencia entre tener una gallina ponedora y una gallina mascota. Para tener una gallina mascota, lo primero de todo hay que adquirir un huevo que esté a punto de eclosionar y estar presente en ese momento. La gallina se quedará con la impronta del rostro de su nuevo dueño, al que considerará como su “madre”, y comenzará entonces la relación de amo-mascota.

¿Cuánto tiempo puede vivir una gallina?

Una de las aves con mayor población en la tierra es también una de las que pueden ser más longevas. La esperanza de vida media de una gallina ronda los 12 – 13 años, aunque algunos ejemplares pueden llegar a alcanzar los 15 años de vida.

Viven más tiempo que el gallo, el cuál suele tener una esperanza de vida de 10 años. Con esto se repite lo mismo que en otras especies de aves, en las que la vida de la hembra es más longeva que la del gallo. No en vano, es la que ponedora y puede llegar a poner 300 huevos al año. Aunque este ritmo se reduce al cumplir los dos años de vida.

Aprende a elegir bien tu gallina mascota

Elegir una buena gallina como mascota puede ser todo un desafío, pero hay una serie de características que puedes analizar en el ejemplar para saber si es el apropiado o no. Tienes que mirar:

• Si es una gallina activa. En caso afirmativo, significará que es una gallina sana.
• Tiene que tener una buena postura. Si se muestra decaída o torcida, significará que está mal de salud.
• Sus ojos deben ser vivos y vistosos.
• No debe tener restos de mocos en las narinas (la nariz de la gallina en la parte superior del pico).
• El color de su cresta tiene que ser llamativo y vivo.
• Hay que mirar que el color del plumaje sea vivo. Esto también garantiza que la gallina está bien de salud.

Ubicando las gallinas

Como toda ave, la gallina necesita un lugar dónde vivir, y este es el gallinero. Existen muchos tipos de gallineros, acorde al espacio que tengas en tu terreno y la cantidad de gallinas que vayas a tener.

Pero si no tienes muchos conocimientos en la materia, tienes que mirar que:

• Tenga el tamaño apropiado para el número de gallinas que quieres tener. Si solo vas a tener una, igual te bastará con hacerle un pequeño rincón en tu terreno o en la casa.
• Los materiales con los que estén fabricados los gallineros tienen que ser impermeables, especialmente si vives en una zona de mucha lluvia.
• Debe tener la ventilación adecuada.
• Contar con puertecilla para que puedas entrar y salir.
• Contar con un ponedero para la gallina y perchas.
• Tienen que tener un parque, para que las gallinas puedan poner los huevos.

Con todo esto en mente, ha llegad la hora de ubicar el gallinero. Lo ideal es que esté en una zona muy luminosa, pues las gallinas precisan de unas 14 horas de luz diaria. Por otro lado, ten en cuenta que la mayor causa de mortalidad de esta ave son los depredadores, así que tiene que estar en un lugar que no resulte de fácil acceso para ellos.

Si solo vas a tener un par de gallinas, con colocar un pequeño gallinero te bastará. O bien podrías hacerles una pequeña caseta a la que puedan entrar a descansar cuando llegue la hora de dormir, así como que tengan un nido de paja para poner sus huevos.

¿Cómo se cuida de una gallina?

Es el momento más importante de todos; aprender a cuidar de las gallinas. Aunque pueda parecer que no, la gallina necesita de unos cuidados muy especiales, especialmente si quieres que pongan huevos.

Lo primero de todo es dejarlas salir del gallinero por las mañanas, para que anden y se paseen por la zona hasta que comience a anochecer, momento en el que tendrás que volver a dejarlas en el gallinero. En dicho gallinero tendrán que tener camas, hechas con virutas de madera, de cáñamo o paja troceada, en el que puedan descansar con facilidad.

Por otro lado, tienes que darles un sitio en el que se den sus “baños de polvo”. Una necesidad instintiva de las aves. Así que tendrás que preparar una zona con arenas, o ceniza, para que puedan cubrir esta necesidad. Pero si tienes mucho terreno y las dejas salir por el campo, ellas mismas buscarán el sitio dónde hacerlo.

Ubica en una zona accesible el comedero, y que esté sea lo suficientemente grande para que puedan comer todas las gallinas. Además, tienes que buscar uno que no pueda contaminarse por su paso cerca de este.

¿Cómo se limpia el gallinero?

Lo cierto es que es uno de los trabajos más sencillos que hay. Bastará con que el gallinero lo limpies una vez por semana si tienes muchas gallinas, o cada dos semanas si tienes muy pocas.

Es importante limpiar todas las esquinas, para evitar que aparezcan parásitos. La zona de “baños de polvo” se la tienes que cambiar al mismo tiempo que limpias el gallinero. Del mismo modo, cuando este lo limpies, tienes que cambiar las camas por otra nueva. Durante los meses de fría, es importante que hagas que la cama sea de mayor grosor para que la gallina pueda calentarse a su gusto.

Evita usar productos tóxicos que puedan dañar a tus gallinas. Además, es importante que el trabajo de limpieza lo hagas mientras tus gallinas estén fuera, para que no puedan contaminarse.

¿Qué le doy de comer a mis gallinas?

Habrás oído que hay mucha tendencia de sobrealimentar a las gallinas con productos de mala calidad, con el fin de que engorden. Y eso está mal, porque lo único que haces es perjudicar al animal.

Tienes que darle unos alimentos premezclados, en los cuáles hay una composición especial que cubre las necesidades nutritivas de la gallina. Además, hay que darles una mezcla de semillas de maíz trigo, verdura, arroz, pasta… evitando a toda costa alimentos que tengan sal y carne. Hay que darles la comida dos veces al día, a la misma hora, para que se acostumbren.

No obstante, en el caso de que tengas un buen terreno y las dejes salir a pasear a sus anchas, también puedes dejar que ellas coman un poco por el terreno, como gusanos o larvas, y luego darles una menor ración de comida.

Las gallinas necesitas mucha agua, así que vas a tener que comprar un bebedero para cada una de tus gallinas, en lugar sombreado, puesto que es un animal que prefiere beber el agua que esté fresca. Recuerda que esto nunca le tiene que faltar a tu gallina.

¿Y si quiero que mi gallina ponga huevos?

Las gallinas comienzan a poner huevos a los 6 meses de edad, algunas pueden empezar un poco más tarde. No obstante, hay que tener una cosa clara: ¿quieres huevos fértiles o infértiles? Porque de tu respuesta a esta pregunta dependerá el que tengas que adquirir un gallo o no.

En el caso de querer huevos fértiles, para que tus gallinas tengan crías, vas a tener un gallo que los fertilice y posteriormente sean incubados por la gallina. En el caso de que los quieras para tu propio consumo, no es necesario tener un gallo en el gallinero. Alguna vez habrás oído que teniendo gallinas siempre hace falta tener un gallo en el gallinero. Pues es mentira, el tener un gallo o no dependerá únicamente de para que quieras los huevos.

Cuando la gallina haya puesto el huevo, estos tienes que cogerlos con cuidado y en seco, y posteriormente limpiarlos. Comprueba que la cáscara sea dura, porque si es blanda, es un huevo que no te va a servir mucho. Además, es una señal de que a tus gallinas les hace falta más calcio. Una vez que el huevo esté bien limpio, tendrás que mantenerlo a una temperatura inferior a los 20º C para asegurar su conservación.

¿Qué enfermedades tienen las gallinas?

Es cierto que la gallina es un ave bastante longeva, pero también puede padecer muchas enfermedades, algunas pueden ser mortales para ellas. Cómo por ejemplo:

• Bronquitis infecciosa: Es provocada por el virus coronavirus. Notarás que tu ave produce ruidos respiratorios extraños, jadeos, estertores, tos, secreción nasal y tendrá dificultad para respirar. No existe un tratamiento para esta enfermedad, pero si se vacuna al ave, puede ser inmune a la enfermedad.
• Cólera aviar: Una enfermedad que se produce por la bacteria pasteurella multocida. Una enfermedad muy contagiosa que produce la mortalidad del animal. Algunos síntomas son la inflamación de la cara y las barbillas de las gallinas, que pueden tomar un rojo vino y estar muy calientes.
• Coriza infecciosa: Es producida por la bacteria Haemophilus gallinarum. La gallina estornudará y poco a poco aparecerá una inflamación en los ojos y senos nasales. La enfermedad es contagiosa, y se puede tratar con antibióticos. Lo mejor es intentar criar a un ejemplar que pueda ser inmune.
• Encefalomielitis aviar: Es provocada por el enterovirus del grupo picomavirus. Afecta a las aves cuando son jóvenes, teniendo un caminar extraño, incoordinación y parálisis parcial o total. No hay tratamiento para esta enfermedad y se recomienda acabar con la vida del ave que la padezca.
• Aerosaculitis: Es provocada por la bacteria mycoplasma gallisepticum, pero también por la escherichia coli según las últimas investigaciones. Entre sus síntomas, la gallina tendrá dificultad para respirar, mucosidad y estertores de la tráquea. Para tratarla habrá que darle antibióticos a la gallina
• Bursitis: También se la conoce con el nombre de gumboro, y es causada por un birnavirus, muy resistente a las condiciones ambientales desfavorables. Esto hace que sea difícil de erradicar si se ha extendido. El primer síntoma es un ruido respiratorio, y poco a poco comenzará a aparecer decaimiento, plumas erizadas, temblores, diarreas acuosas y postración. Aún no se conoce un tratamiento para tratarlo.
• Influenza aviar: El ave se sentirá deprimida y presentará unas plumas erizadas. Perderá el apetito, pero beberá mucha agua. Reducirá la puesta de huevos y tendrá diarrea acuosa. Tendrás que hablar con el veterinario para saber cuál es el mejor tratamiento.
• Enfermedad de Marek: Es producida por un virus herpes. El ave presentará parálisis en las patas, no podrán moverse hasta los comederos, por lo que perderá mucho peso. Es cierto que es raro que la gallina infectada pueda morir, pero no imposible. Por lo que tendrás que hablar rápidamente con un veterinario.
• New Castle: Es producida por un paramyxovirus, y solo se conoce un serotipo de virus. Muestran problemas respiratorios, con tos, jadeo, estertores de la tráquea y un piar ronco. Es una enfermedad muy contagiosa, y como no hay tratamiento, la gallina infectada hay que sacrificarla. Para evitarla, hay que vacunar a la gallina.
• Viruela aviar:  Esta enfermedad es producida por la viruela aviar, que es diseminada lentamente. Afecta a las mucosas de la garganta, la boca y la lengua, provocando la formación de úlceras y falsas membranas amarillentas. No hay tratamiento como tal, pero se puede intentar curar con antibiótico.
• Parásitos: En el caso de no limpiar correctamente el corral de las gallinas, no sería raro que tu ave sufriera el ataque de algún parásito. Este puede ser interno, que aparecerá en el tracto digestivo y pueden producir inapetencia y pérdida de peso en el ave. Hay que llevarla al veterinario.
• Lombrices: Uno de los parásitos más grandes y que afectan a las aves. Afectan a su desarrollo y productividad. Así que tendrás que llevarla al veterinario para que se las quiten. La más peligrosa es la áscaris, que puede llegar a medir 8 cm de longitud, seguida por la cecal, pero esta solo llega a medir 12 mm. Otra que puede afectar a tu gallina es la tenias, reconocida por su aspecto chato.
• Piojos: No es para nada extraño que una gallina tenga piojos. Pero es algo que tienes que tratar enseguida, para evitar que pueda contagiar a otras gallinas. Además, por culpa de los piojos se arrancará las plumas y es posible que se vuelva algo violenta.
• Garrapatas: Un invasor mucho más común que los piojos. Tienes que darle baños a tus gallinas para ayudarla a deshacerse de ellas antes de que empiece a arrancarse las plumas.

¿Qué hay que saber para entrenar a una gallina?

Puede que te parezca una completa locura, pero sí que se puede adiestrar a una gallina. Es cierto que su inteligencia no está muy por encima de la de un agaporni o la de un loro, pero es uno de los mejores animales para aprender algunos trucos.

Corren rápido, pueden desplazarse de un punto a otro a mucha velocidad y se las puede acostumbrar a una rutina con un poco de entrenamiento. Sabiendo todo esto, ¿por qué no intentarlo?

Lo único que necesitas es un poco de tiempo libre en tu día a día y bastante paciencia. Si por ejemplo quieres crear un pequeño juego con tu gallina, como el de que supere algunos obstáculos, necesitarás paciencia. Tendrás que guiarla por el recorrido tú varias veces hasta que ella misma pueda hacerlo por su cuenta. Un trabajo bastante duro, pero que bien te será recompensado por el ave cuando hayas terminado el circuito, ya que le agradará mucho ver que pasas más tiempo con ella.

Se la puede acostumbrar también a que obedezca algunas órdenes sencillas. Especialmente si la tienes viviendo tu casa porque has decidido prescindir de gallinero, te vendrá bien que acuda a tu llamada cuando le quieras dar de comer o necesites que regrese a casa de su paseo. Para ello, repite su nombre varias veces mientras la acaricias, haciendo que vaya hacía a ti. Cuando responda, le puedes dar alguna golosina como premio, y así sabrá que lo ha hecho bien.

Recuerda que hay algo muy importante para que tu gallina te haga caso: que la tengas desde que nació. Si no hay una importa de la gallina contigo, es muy probable que nunca te haga caso y que sea muy difícil que luego puedas adiestrarla.

¿Es obligatorio tener un perro para vigilar las gallinas?

Si tu terreno es pequeño y lo tienes bien vallado, no vas a tener la necesidad de un perro. Especialmente si solo tienes dos o tres gallinas. No obstante, en caso contrario, sí que sería recomendable.

Un perro bien adiestrado para vigilar gallinas estará con ellas durante todo lo que dure su paseo, asegurándose de que ningunas se separe de las demás. Y cuando des la orden, las llevará de regreso a su gallinero. Una manera fantástica de tener que ahorrarte el tener que vigilarlas todo el tiempo.