¿Te estás planteando el comenzar a criar gallos? Bueno, en ese caso tienes que escoger uno que no resulte demasiado complicado de criar, ¿no crees? ¿Qué te parece el popular gallo de Ceilán?
Un gallo bastante famoso
Dentro de la familia de los phasianidae, el gallus lafayetii, conocido con el nombre común de gallo de Ceilán o gallo Lafayette, es uno de los más conocidos. Es endémico de Sri Lanka, en donde es el ave nacional.
Está estrechamente relacionado con el gallo rojo (gallus gallus). Su nombre conmemora al aristócrata francés Gilbert du Motier, marqués de La Fayette. En cinaglés se le conoce como wali kukula.
Muy fácil distinguir los sexos
Una de las grandes características de esta ave es que presenta un fuerte dimorfismo sexual. Comenzando por el hecho de que el macho es mucho más grande que la hembra, junto con que su plumaje es más vivido. Además la cresta y las carúnculas son mucho más grandes.
El tamaño del macho suele ser entre 66-70 cm de longitud, con un peso que oscila entre los 790-1140 gramos. Es un gallo grande musculoso, con un plumaje de color rojo anaranjado, y unas alas y cola de color púrpura oscuro, que casi parece negro. Las plumas de la melena que descienden desde su cabeza hasta la base de la espina son doradas. En el rostro tiene piel desnuda con curúnculos de color rojo. Su cresta es roja con el centro de color amarillo. No posee plumaje de eclipse, como le sucede al gallo de Java.
La hembra tan solo llega a medir 35 cm de largo y pesar como máximo unos 650 gramos. Su plumaje es de un color marrón apagado con patrones blancos en la parte baja del vientre y el pecho. Esto la ayuda a camuflarse cuando ha llegado el momento de la anidación.
¿Fácil de criar?
A la hora de decidir criar a un ave, la gente suele decantarse por gallinas o gallos porque son mucho más fáciles de cuidar que otro tipo de ave. En este caso, el gallo y la gallina de Ceilán son bastante sencillos de tratar.
Les bastará con tener un buen corral en el que moverse, con zonas de tierra para realizar los baños de arena. Su alimentación se compone de materia vegetal, diferentes tipos de granos y semillas, así como pequeños animales invertebrados. Cuando son pequeños, lo mejor es alimentarlos con larvas o gusanos para que les sean fáciles de digerir.
No hay que preocuparse mucho por su reproducción, ya que el macho se ocupará de fecundar a las hembras. Lo que si hay que ofrecerles en el corral es algún tipo de arbusto o tronco, ya que es la zona en la que suelen anidar las gallinas. La gallina pondrá el huevo y lo incubará hasta que nazca la cría.
Es un ave de carácter asustadizo, sobre todo si vive en libertad. Los ejemplares salvajes suelen huir cuando sienten que alguien se está acercando hacía ellos. En cambio, un gallo o gallina de Ceilán que vive en cautividad puede llegar a ser bastante cariñoso y apegado con su dueño.