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Aves Exóticas

Gallo bankiva

¿Te está costando mucho decidir qué tipo de gallo y gallina tener en tu hogar? Bueno, eso podría ser bastante fácil, porque, ¿por qué no elegir la especie tropical de la familia de las gallinas? Como por ejemplo el gallo bankiva.

Una especie muy antigua

Lo cierto es que esta es la especie original de lo que hoy en día se conoce como gallo, o gallina, doméstico. Es una especie tropical del sudeste asiático con algo de hibridación del gallo gris. Fue domésticado hace más de siete millones de años en Asia.

Posteriormente, el gallus gallus fue llevado a todo el mundo, en la que se ha convertido en una de las aves más extendidas del planeta. Su principal cría está destinada a la puesta de huevos y la venta de carne, aunque muchos lo tienen como mascota.

¿Y cómo son?

Lo cierto es que es bastante fácil diferenciar al macho de la hembra, ya que presentan un claro dimorfismo sexual. Entre otras cosas, se les puede diferenciar por su tamaño, así como por el color de su plumaje.

Los machos suelen medir alrededor de 70 cm de largo, mientras que las hembras no superan los 63,5 cm. En su rostro tienen carúnculas rojas por todo el rostro, con una gran cresta en la cabeza y dos colgantes en la base del pico, también de color rojo. La cresta que cuelga bajo sus oídos, se denomina orejilla, y puede ser tanto roja como de color blanco.

La cabeza y el cuello están cubiertos por un plumaje fino y de color rubio dorado, que se hace más claro según se acerca a la parte inferior del cuello, el pecho y la parte superior del manto. En la espalda tiene plumas de color canela anaranjado. Los hombros tienen plumas granates, mientras que su cola presenta una base de color blanco. La cola es larga y con las plumas centrales arqueadas. En este aspecto, el macho se diferencia de la hembra en que la cola de esta es un poco más corta, y de tonos negruzcos. Además, las hembras solo tienen crestas vestigiales en el píleo, y no tienen crestas colgantes en la base del pico.

Actualmente se le conocen cinco subespecies:

  • Gallus gallus domesticus: Algunos prefieren considerarla como una variante doméstica del ave silvestre. Pero lo cierto es que, oficialmente, es una subespecie de la misma.
  • Gallus gallus murghi: Se encuentra en el norte de la India, así como en Nepal y Bangladés.
  • Gallus gallus spadiceus: Es originario de Birmania, y se extiende hasta el suroeste de Yunnan, la península malaya y el norte de Sumatra.
  • Gallus gallus jaboullei: Es común en el norte de Vietman y el sur de China.
  • Gallus gallus gallus: Una especie que se extiende desde el norte de la Indochina hasta el este de Tailandia.

¿Qué se tiene que saber para su cuidado?

Lo cierto es que es una especie que, por norma general, vive en libertad, en grupos entre 16 – 40 miembros que se desplazar por la selva. Tienen hábitos diurnos y son terrestre, limitando su vuelo a alcanzar pequeños árboles, especialmente cuando es la hora de dormir.

Su alimentación se compone de insectos, lombrices, semillas, brotes de plantas y frutos, incluyendo los cultivos como los de los frutos de las palmeras aceiteras. La mitad del día suelen pasarlo buscando alimento, picoteando el suelo para escarbar en busca de lombrices e insectos.

Crían dos nidadas al año, que se compone de 6 a 12 huevos, de unos 35 gr de peso. La gallina los incuba alrededor de tres semanas en un hoyo somero, recubierto de hierba. Los polluelos, al poco de nacer, ya siguen a la madre. Es el gallo el que se ocupa de proteger al grupo, avisándolo en el caso de que detecte algún depredador. La esperanza de vida de estos polluelos es muy corta, pues tan solo 1 de cada 4 supera el año de vida.

Algunos prefieren considerar al gallo bankiva como un ave silvestre y libre en lugar de domesticarla. No obstante, durante más de 7 mil millones de años ha sido un ave que ha acompañado al ser humano en su día a día, proporcionándole alimento y compañía. Un ave fiel y dócil, que puede ser tan buena compañera como un perro.

Precisa de un gran gallinero, pero si se cría una sola gallina, se puede tener en el piso sin muchos problemas, teniendo solo que proporcionarle un comedero y un bebedero. Con lo que hay que tener mucho cuidado es con sus heces, que hay que limpiarlas a diario. Aunque no es sano, tenerla en un piso no es ningún problema, pero mucho mejor si se tiene un jardín o un pequeño campo en la que pueda corretear libre y contar con un buen gallinero en el que darse sus baños de polvo y poner sus huevos.