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Aves Exóticas

Gallina doméstica

La cría de gallinas es una actividad que muchos podrían considerar que es bastante enriquecedora. Pero, también se puede tener a una gallina como ave mascota, especialmente si se trata de la gallina doméstica.

¿Una gallina doméstica?

Se conoce como gallina doméstica, o gallus gallus domesticus, a la gallina que está destinada a su cría en cautividad. Suele ser el nombre que se le da a una subespecie que pertenece a la especie gallus gallus, y que su cría está destinada a granjas y hogares.

Es originaria del sudeste asiático, y en la actualidad hay más de 16.000 millones de ejemplares repartidos por todo el mundo, recibiendo el nombre de gallo para el macho, gallina para la hembra y pollo para los ejemplares jóvenes.

¿Cómo es de aspecto?

Se trata de un ave omnívora que puede llegar a pesar unos 2 kg y medir alrededor de 40 cm de altura, siendo bastante raro que superen esta altura.

Físicamente, presentan un claro dimorfismo sexual si se comparan con el macho, distinguiéndoseles a simple vista. La gallina, aparte de que es más pequeña, tiene una coloración menos llamativa que el gallo. Además, sus apéndices carnosos en la zona de la cabeza son menos prominentes que la de un gallo.

En lo referente al color del plumaje, suele ser de un tono marrón claro o de un blanco limpio, sin manchas, pero también se pueden encontrar ejemplares que mezclen ambos colores. En la estación de muda, las hembras no tienen ningún cambio, aunque mudan las plumas, todo lo contrario de los machos.

¿Qué hay que saber para su cuidado?

Las gallinas domésticas son aves de naturaleza gregaria, y bastante asustadizas, por lo que no es raro que intenten escapar si las coges. No obstante, pueden acabar cogiendo confianza con su dueño al pasar el tiempo y ser de las aves más cariñosas del mundo. No suelen ser de un carácter violento, pero si se las molesta, es posible que ataquen.

Es un animal omnívoro e insectívoro, que no puede distinguir el sabor dulce y no les gusta el sabor salado (aunque se han visto algunos ejemplares que sí). Por lo que la alimentación tiene que estar compuesto por una mezcla de estos alimentos en un comedero que sea de fácil acceso para ellas y que luego no cueste de limpiar.

En cuánto a su reproducción y puesta de huevos, se necesita un gallo para que los huevos sean fértiles. En el caso de que no se quiera que lo sea, no hay que tener gallo en el gallinero o nunca se tendrán huevos comestibles. Cuando la gallina pone el huevo, y este ha sido fertilizado por el gallo, esta lo incubará entre 8 – 10 para desarrollar el embrión y lo incubará hasta que nazca, rotándolo y cambiándolo de posición durante tres semanas. Es posible que tengas una gallina que no pueda tener huevos, pero esto no significa que sea una gallina que no pueda usarse. Podría convertirse en una gallina clueca, las que no ponen huevos pero los incuba y los protege.

En el caso de no tener claro el tener tus propias gallinas, hay países, como en Estados Unidos, en los que se ha comenzado un negocio de alquiler de gallinas. Un negocio que busca evitar el maltrato de estas aves, con alimentos poco saludables o la explotación de esta ave en determinados ámbitos, pudiendo alquilar un par de gallinas y un gallinero.

Como mascotas, cuesta mucho encontrar un mejor animal de compañía que una buena gallina. Son bastante nobles y poco agresivos. Pero el mayor problema es que hay que tenerlas vigiladas para evitar que sean atacadas por depredadores.