Suele decirse que cuando se tiene que coger una mascota, mucho mejor si es un ave característica de la zona. ¿No crees tú también que es lo mejor? Por ejemplo, podrías tener una gallina castellana negra, una de las más populares de España.
¿Qué se sabe de esta ave?
Durante la primera mitad del siglo XX fue una de las razas de gallinas más usadas en España para la obtención de huevos blancos. Se crearon estirpes seleccionadas de estas gallinas, llegando a producir entre 220 – 225 huevos al año.
Algunos cuentan que Cristóbal Colón se las llevó en su viaje por deseo de la reina Isabel la Católica, que tenía mucha simpatía hacía estas gallinas. Viajó hasta Flandes, , cuando era dominio de Carlos V. Muchas de las gallinas de color negro que existen actualmente por el mundo son descendencia de esta ave.
¿Y cuál es su aspecto?
Es una de las especies de gallinas más apreciadas en España, especialmente por ser una gran ponedora de huevos. La hembra pesa alrededor de 2,3 kg. mientras que el macho puede llegar a pesar casi los 3 kg.
Su principal característica es que el color de su plumaje es totalmente negro. A simple viste, es fácil diferenciar al macho de la hembra porque presenta un claro dimorfismo sexual, pues la hembra no tiene las hoces, caireles ni tampoco la esclavina. Además, la cresta la tienen caída de a un lado, salvo en la parte delantera, que la tienen erguida.
Su cabeza es ancha, gruesa y larga, con la cara roja con filoplumas muy finas, con una cresta roja, bastante sencilla, de una talla mediana que cuenta con cinco, o seis, dientes anchos y planos. Sus orejillas son ovales, de un tamaño mediano y de color blanco. La barbilla es de color rojo intenso, como el resto de sus parientes. Su pico es fuerte y de color negro, mientras que sus ojos son de un color rojo intenso.
¿Algún dato interesante sobre esta especie?
Actualmente se trata de una especie que se encuentra en fase de protección. La principal fuente de cría de esta especie se encuentra en la finca “El Baldío”, propiedad de la Fundación Global Nature, en la que las personas interesadas participan en la recuperación de una raza que ha quedado un poco mermada con el paso de los años.
Es una especie bastante apreciada por los granjeros ya que es una excelente pondera de huevos de medio tamaño y cáscara muy blanca. No obstante, debido a la llegada de los ejemplares híbridos y el comienzo de la avicultura industrial en naves con jaulas, hizo que esta ave quedase en el olvido. Así, la producción de huevos de color blanco quedó en un monopolio para la raza Lenghorn.
Según los datos de la FAO, el Programa para la Alimentación y la Agricultura de Naciones Unidas, esta ave llegó a catalogarse como en peligro de extinción. Por eso actualmente está considerada como un ave protegida y su cría y cuidados quedan en manos de algunos pocos expertos.
Quizás su mayor punto fuerte es que su crianza y la puesta de los huevos está, sobre todo, ligada a los productos ecológicos. No se utilizan alimentos de mala calidad para hacer que engorde, ni tampoco procesos insanos para la obtención de sus huevos. Gracias a ello, se