Saltar al contenido
Aves Exóticas

Diamante de Gould

Diamante de Gould, un nombre muy curioso que lleva acompañado a esta ave durante muchos años y que sin lugar a dudas ha captado la atención de muchos amantes de los pájaros que desearían tenerlo en su poder.

¿Por qué se llama así?

El nombre de Gould lo recibió en honor de la esposa de John Gould, Elizabeth Gould. Lo cierto es que durante muchos años esta especie fue conocida como pinzón de lady Gould, pero con el tiempo acabó llamándose como Diamante de Gould, pero también se le conoce como pinzón arco iris, Gould o Lady Gouldian.

Es una ave originaria del norte de Australia, en la península del cabo York al noroeste de Queenslad. Suele vivir en sabanas y las zonas boscosas tropicales del país, especialmente en las zonas abiertas, cerca de donde haya agua. Aunque parece ser que en los últimos años la población está desapareciendo y se encuentra en peligro de extinción.

¿Cómo es esta especie?

Lo cierto es que se trata de un ave bastante hermoso a la vista. Miden entre 13-14 centímetros de longitud y pesa alrededor de 40 gramos. Su mayor peculiaridad es la mezcla de colores de su plumaje, motivo por el que fue bautizado con el nombre de “diamante”, pudiendo combinar el verde, el amarillo, el rojo o el negro.

Se puede distinguir al macho de la hembra por un leve dimorfismo sexual en el que el plumaje es más claro que el de las hembras. Además de que el pecho del macho es púrpura fuerte, mientras que el de las hembras suele tener una variación malva. Se conocen tres variaciones de diamante de gould: cabeza negra, cabeza roja y cabeza naranja. La de cabeza negra suele ser la más común en la naturaleza, mientras que la naranja es poco frecuente. Al principio se las trataba como especies diferentes hasta que los expertos determinaron que pertenecían a la misma.

Es fácil distinguir a los jóvenes por sus colores, ya que la cabeza, los costados y el pescuezo tienen tonalidades grises, mientras que las alas, la espalda y las timonerasson son de un color oliva. El vientre tiene un tono marrón ligero y los picos son negros con punta rojiza. Según van mudando la piel, los colores comienzan a aparecer en su cuerpo.

Se trata de un ave muy sociable, tanto con aves de su misma especie como con otros ejemplares, y pueden vivir en bandadas de hasta 1.000 miembros, pudiendo compartir el mismo hueco con otras parejas en el caso de que este sea muy grande.

Es una especie granívora, por lo que prefieren comer semillas maduras o medio maduras. Su dieta consiste en escarabajos, comejenes, moscas y arañas durante la época de crianza por la cantidad de proteínas que ayudan a satisfacer el apetito de los polluelos. Suelen comer en grupos y pueden tomar la comida tanto si están en el suelo como volando.

Se puede tener como mascota, a pesar de su situación

Lo cierto es que el número de estas aves ha disminuido drásticamente a lo largo del último siglo debido a la reducción de su hábitat o la alteración de este. Además, son una presa fácil para los piojillos de los sacos aéreos. Por si fuera poco, sus colores tan vivos y llamativos son su mayor belleza pero también su perdición, ya que gracias a estos son una presa fácil para depredadores.

Se han empezado a tomar serias medidas con el fin de perpetuar la especie, pero no existen muchas leyes que impidan tenerlo en cautividad siempre y cuando se tengan los permisos pertinentes. Necesitan buenas jaulas de gran tamaño para poder volar, con agua fresca a diario, gravilla en la base y muchas perchas. Su alimentación se tiene que componer de fruta, con el fin de que reciba los nutrientes necesarios para estar sano y evitar que sea atacado por el piojillo.

https://youtu.be/eCbdT1wyqLM

En lo que se refiere a su reproducción, es una especie monógama, que suele pasar su vida con la misma pareja. Una vez establecida la pareja, y tras el apareamiento, estos ponen de cuatro a ocho huevos, dejando un día o dos de diferencia entre cada puesta. Una vez puestos, la madre los incuba alrededor de 14 – 15 días para luego ocuparse de los polluelos durante unos 20 días hasta que abandonan el nido.

No obstante, existe una gran dificultad en la crianza de esta ave, y es que cuesta mucho que sobrevivan en cautividad. Por este motivo, cuando la hembra ha puesto los huevos, se suele recurrir a otras especies como el diamante mandarín o las isabelitas de Japón para que hagan de nodrizas y se ocupen de criar a este tipo de aves. Lo cierto es que es mejor que sean los padres quienes se ocupen de los polluelos, pero si se tienen de estas aves, es aconsejable dejarles la tarea de la cría de los polluelos a ellas.