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Aves Exóticas

Colibrí negrito

Si intentases saber la gran cantidad de aves que hay en el mundo te sorprenderías mucho. Se suele decir que dentro de cada familia siempre hay una oveja negra. Algo que suele referirse a un miembro de la familia que es “malo o dañino” para la familia. Pero, en este caso, nos referimos a esos miembros de la familia que tienen todos el plumaje oscuro, como es el caso del colibrí negrito.

¿Dónde se puede ver esta ave?

El aglaeactis pamela, que se conoce con el nombre común de colibrí negrito o colibrí negro de lomo verde, es una especie que pertenece al género de los Apodiformes y a la familia de los Trochilidae.

Es una especie endémica de Bolivia, y vive en los bosques húmedos tropicales y subtropicales del país, así como en aquellos bosques que tengan una gran cantidad de arbustos y se encuentren a gran altitud.

Si lo viera, ¿cómo lo podría reconocer?

Para comenzar se trata de un ave de pequeño tamaño que mide tan solo 13 cm y pesa 5 gramos. Se podría decir que es fácil diferenciar a la hembra por un ligero dimorfismo sexual.

Los machos tienen el color de sus plumas de color negro, con una mancha pectoral de color blanco. El dorso y el obispillo es de color azul verdoso, con la cola en un tono pardo rojizo. En el caso de las hembras, estas carecen del color azul verdoso en el obispillo y en el dorso, además de que son algo más pequeñas que el macho.

Los ejemplares jóvenes cuando están creciendo, y hasta que han alcanzado la edad para poder realizar su primera muda de plumas, también carecen de estos elementos, por lo que se parecen más a las hembras cuando nacen que a los machos.

¿Son fáciles de ver?

Lo cierto es que es una de las especies de colibríes más difíciles de encontrar, ya que no está tan extendida por el globo como otros miembros de su familia. Además, al vivir únicamente en los interiores de los bosques, cuesta mucho de localizar.

Suelen ubicar sus hogares cerca de las zonas dónde puedan encontrar plantas de las que extraer el néctar, su principal fuente de alimento. Localizarlos puede ser todo un desafío ya que suelen esconderse entre las ramas de los árboles o entre los matorrales. Son pocos los casos que se han dado de miembros de esta especie que se hayan trasladado hacía las ciudades. No obstante, muchos colibríes suelen buscar el néctar de las flores de parques y jardines y establecerse en la zona de los árboles para obtener alimento.

Aunque suele ser una especie de ave bastante tranquila, no es extraño que se muestre algo violenta cuando se trata de defender su territorio. No es como otras especies de colibríes que en todo momento están amenazando a los demás para mantener su alimento, pero si comprueba que hay un invasor que le podría estar limitando su zona de alimento, entonces se volvería muy violento y lo atacaría, para asegurar su supervivencia.

Como la mayoría de los miembros de la familia de los colibríes, la hembra es la encargada de incubar, cuidar y mantener a salvo a las crías. Tras poner los dos huevos, los incubará alrededor de dos semanas, para después ocuparse de mantener a salvo a las crías de posibles  depredadores y abasteciéndolas con alimento. Cuando estas han cumplido ya las dos semanas de vida, están listas para marcharse del nido y proceder a vivir su propia vida.