¡No paramos cuando se trata de hablar sobre nuevas aves exóticas! Siempre hay alguna nueva sobre la que aprender. Por ejemplo, hoy te vamos a hablar sobre el cetia de Tanimbar. ¿A qué no lo conocías?
¿Dónde reside exactamente?
A esta especie se la conoce con el nombre científico de Horornis carolinae, y es una especie de ave paseriforme de la familia Cettiidae. Es endémica de Yamdena, en las islas Tanimbar, de ahí su nombre, que se encuentra en Indonesia.
El hábitat natural de esta especie son los bosques tropicales húmedos de baja altitud. Debido a la pérdida de su hábitat, se encuentra en situación de especie amenazada en la Lista Roja de la UICN.
¿Qué aspecto tiene?
Es una especie de tamaño medio, de unos 12-13 cm, con un peso que ronda los 12-20 gramos. El macho es más pesado, entre 18-20 gramos, que la hembra, que como mucho llega a alcanzar los 15 gramos. No presenta dimorfismo sexual en su plumaje.
La frente, la nuca y el cuello en la zona posterior son de un tono marrón claro, que se vuelve más oscuro según desciende por la espalda y las alas. Las plumas primarias de las alas son más oscuras, aunque algunas de estas plumas pueden tener toques blanquecinos.
Cuenta con una ceja blanca sobre una lista negra que le atraviesa el ojo, y termina en la base del pico, el cuál es negro en la parte superior y de un tono hueso claro en la inferior. La garganta es blanca, con ligeras motas de color negro.
El pecho y las partes inferiores son de un tono claro, un poco cremoso, que se va tornando un poco más gris según se va acercando a la zona de las patas, las cuáles son de un tono grisáceo.
¿Cuánto sabemos de su vida en estado salvaje?
Es una especie sedentaria, muy rara vez abandona su hábitat, salvo para descender a alturas más cálidas cuando llega el invierno. Por norma general un poco solitario, aunque puede vivir en pequeñas bandadas con otros miembros de su misma familia.
Le gusta vivir en zonas bastantes boscosas, permaneciendo en las ramas que se encuentran a unos 2 metros del nivel del suelo, desde donde realiza su canto. Para buscar alimento, baja a tierra y excava utilizando sus largas patas. Se alimenta de pequeños insectos invertebrados, entre las que se encuentran hormigas, algunos gusanos y es posible hasta algunos escarabajos.
Sobre su proceso de apareamiento apenas hay información. Se ha podido grabar que su canto se vuelve más grave durante esta temporada. Seguramente, siguiendo el ejemplo de otras especies de cetias, la hembra sea la encargada de construir el nido y de incubar los huevos.