¿Sabes la gran cantidad de especies de canario que hay ahora mismo en el mundo? Una de la que más suele llamar la atención de los amantes de la avicultura es sin lugar a dudas el canario melado de Tenerife. Seguro que a ti también acabará llamándote la atención.
Una especie bastante joven
Lo cierto es que el canario melado tinerfeño es una especie bastante joven, ya que su creación fue a lo largo del siglo XX, como consecuencia de la mezcla del canario silvestre de la zona con un tipo de canario que era conocido como canario hamburgués porque venía desde Hamburgo.
No fue hasta 1989 que, durante una exposición en la ciudad de Cádiz, este canario logró el reconocimiento que merecía y fue considerado como una especie más dentro de la familia de los canarios.
¿Y cómo es físicamente?
Se caracteriza por ser un ave de contextura física bastante maciza y de un tamaño que no suele ser inferior a los 18 centímetros, pesando alrededor de unos 20 gramos más o menos. Suele tener bastante plumaje, compacto y sedoso, con plumas lisas y algunas rizadas bien voluminosas. La tonalidad suele ser de un color amarillo, pero hay variantes que lo tienen rojo, azul…
Cuando está posado sobre la percha suele tener una posición que recuerda a la del número 1, la cuál es la que se debe usar en el caso de que este canario se presente a una exposición o competición.
Sus alas son largas y siempre las tiene pegadas al cuerpo, al igual que sus patas que también son bastante largas si se comparan con las de otros canarios. Su pico es bastante fuerte y le permite picotear la verdura y la fruta sin muchas complicaciones.
Suele ser un ave muy agradecido con sus cuidadores, por lo que podríamos decir que es un ave de temperamento tranquilo. No suele tener problemas a la hora de convivir con otras especies de aves, aunque le gusta mucho más estar con otros de su misma especie.
¿Y qué hay que saber para tenerlo de mascota?
Lo cierto que para cuidar del canario de Tenerife no hay que saber gran cosa, ya que es un ave bastante sencillo y cuyo cuidado no difiere bastante del resto de sus familiares. Precisa de una gran jaula para estirar las alas de vez en cuando, aunque la mayor parte del tiempo se lo pasará posado en una de las perchas, pero le gustará acercarse a las paredes para ver que ocurre a su alrededor.
Más que un ave doméstica suele estar pensado para presentarlo a concursos de exposición. En este caso si que hay que realizar unos cuidados muy específicos a esta ave para que su plumaje sea lo más sedoso y abundante posible o tenga una postura adecuada cuando esté posado en la percha.
A la hora de su reproducción, no podría haber ave más sencilla de lograr que tengan crías que esta. Apenas hay que hacer nada para lograr que una pareja tengan de dos a tres huevos y en pocas semanas nazcan los polluelos. Estos ya podrán separarse de los padres cuando hayan cumplido los dos primeros meses.
Su alimentación tampoco es para nada complicada. Se alimentan especialmente de alpiste o cualquier combinación de semillas, como el resto de sus familiares. De vez en cuando habrá que darle alguna pieza de fruta o verdura para que reciba vitaminas y algún complejo vitamínico o mineral en el agua para cuidar de su plumaje. Es importante no sobrepasarse con los alimentos ricos en fibra, porque esto podría provocarle diarrea.