¿Te gustaría tener una especie de canario que fuera bastante curioso y que al mismo tiempo te alegre tu día a día? Sin lugar a dudas el canario que necesitas tener en casa es el canario cantor americano.
Un origen muy peculiar
El canario cantor americano nació, como su propio nombre indica, en Estados Unidos, en la década de 1930. Surgió como resultado de una mezcla entre un canario roller y un Border Fancy. El objetivo era crear un canario de canto con una voz más elevada que el roller.
Hubo tanto interés en lograr este objetivo, que en 1943 se inauguró el American Singler Club con el fin de poder llevar a cabo su creación definiendo a esta ave como “un canario de forma y canto criado en los Estados Unidos siguiendo el plan sistemático de mezclar el roller con con el Border Fancy. Tiene un sonido excepcional, armonioso y libre, agradable de oír, ni demasiado chillón ni demasiado duro, con gran variedad y una forma o postura hermosa”.
¿Cómo es físicamente?
Es un ave de tamaño pequeño, ya que mide alrededor de 15 centímetros y pesa unos 25 gramos más o menos. Su pico es de tamaño medio, su cabeza redondeada, con hombros pronunciados y la cola, alas y patas de longitud media. Aunque el color que más predomina en esta especie es el amarillo, lo cierto es que se pueden encontrar en otras tonalidades.
Algunos ejemplares han heredado el “baile” que realice el canario roller sobre la percha mientras está cantando, lo que está penalizado en los concursos. El mejor canario cantor americano es aquel que se ubica sobre la percha en un ángulo entre los 35 – 45 º mientras canta, y que no se muestre nervioso.
No es una especie de canario para criar a la que se puedan enfrentar a los novatos, ya que se tarda bastantes años en conseguir una especie sólida o un ejemplar puro del canario cantor americano. Es más, se ha demostrado que los canarios cantores americanos rojos pueden suponer un gran problema al obtener buenos ejemplares que desciendan de esta ave.
¿Buena o mala mascota?
Bien es cierto que por su aspecto físico se trata de un ave más destinada a los concursos de cantos a tenerla como mascota. No obstante, hay quien por su peculiar aspecto a optado en convertirlo en todo un icono de las aves de compañía, lo cuál no es malo del todo. Es cierto que su canto no es tan relajante como el malinois, pero si que es relajante y tiene bastante armonía, lo que puede ayudar a calmar los nervios que hayan en el ambiente de la casa.
Su alimentación puede consistir únicamente en alpiste, aunque lo mejor es realizar una buena combinación de semillas como el lino o el cáñamo junto con el alpiste, para que el ave reciba muchos nutrientes. En el agua se le pueden añadir algunos complejos vitamínicos para que reciba las que pueda necesitar.
Al contrario que otros canarios no es tan activo, gustándole más estar sobre su percha que subiéndose sobre las paredes de esta o dando vueltas de un lado a otro. Aún así, es mejor comprarle una jaula grande en la que pueda moverse con libertad para estirar de vez en cuando las alas.
Su reproducción es bastante complicada, comenzado por el hecho de que no presenta dimorfismo sexual, por lo que cuesta diferenciar al macho de la hembra. Además, parece ser que hay una alta tasa de infertilidad o de nacimiento de ejemplares impuros entre los descendientes, así que hay que tener mucha paciencia para tener éxito.