Las islas baleares tienen una fauna muy amplia, especialmente en el campo de las aves. Por ejemplo, ¿sabías que hay una que se la conoce como curruca balear? ¿No? ¡Pues hoy vas a aprender sobre ella y descubrir todos sus secretos!
¿Exclusiva de las islas baleares?
Esta ave es una especie de ave paseriforme de la familia Sylviidae, endémica del archipiélago de las islas Baleares. También se la conoce bajo el nombre científico de Sylvia baleárica.
Antiguamente era considerada una subespecie de la curruca sarda. En la actualidad se las considera especies separadas, pero algunos taxónomos consideras que las diferentes entre ambas son tan mínimas que deberían formar parte de la misma especie.
Se encuentra en casi todas las islas principales, salvo en Menorca, isla que está ocupada por la curruca rabilarga. Su hábitat son los matorrales mediterráneos, desde la garriga baja al sabinar. Evita los bosques con árboles altos y campos de cultivo.
¿Qué aspecto tiene?
Es una especie de tamaño medio de 12.5 cm, con un peso que ronda los 10 gramos. Existe una ligera diferente entre ambos sexos, así que presenta dimorfismo sexual.
Los machos en primavera tienen un plumaje con un color gris azulado en las partes superiores y en tonos crema con ligeros tonos rosados en las inferiores. La garganta es de un tono blanquecino, con una mancha negruzca que se extiende desde el lorum por la parte frontal del rostro.
Las hembras, en cambio, tienen las partes superiores en tonos grises pardos con las partes inferiores en tonos crema grisáceo, sin apenas rastros oscuros en el rostro. Cuando acaba la época de reproducción, los machos ganan un tono más parecido a las hembras. Los ejemplares adultos, además, presentan unos anillos perioculares en color rojo anaranjado con los ojos en color naranja. El pico es recto y puntiagudo, con la base en un tono naranja y la punta negruzca.
Las patas son anaranjadas. Los ejemplares más jóvenes tienen un plumaje similar a las hembras, con la única diferencia de que los anillos perioculares son blancos y las patas amarillentas.
¿Qué más sabemos de ella?
Aunque se la ha relacionado mucho con la curruca sarda, lo cierto es que tiene varias diferencias. Para empezar, su cola es mucho más larga y el cuerpo es más pequeño y esbelto. Aparte, la curruca sarda tiene un plumaje más grisáceo, con la garganta más oscura que la balear. No solo eso, sino que los cantos son tan diferentes que ninguna responde a las grabaciones de la otra.
Es una especie insectívora, que se alimenta de pequeños insectos y larvas. En algunas ocasiones también puede alimentarse de bayas y de algunas semillas, pero es muy raro, ya que no se acerca a los campos de cultivo.
Otra diferencia que tiene con la curruca sarda es que esta especie es sedentaria. Cuando llega el invierno, no abandona el archipiélago balear, trasladándose a zonas más altas para comenzar con la época de reproducción.
Esta tiene lugar entre marzo y junio, y no hay muchos datos sobre el proceso de cortejo. Al parecer, la hembra es quién tiene más responsabilidades, tanto en la construcción como en la incubación de los cuatro huevos que deposita en el nido con forma de bolsa que cuelga de la rama de un árbol.