¿Te está gustando el increíble mundo de los zorzales? ¡No es para menos! Es una especie muy interesante y que vale la pena investigar. Hoy te vamos a hablar de una de sus especies más curiosas: el zorzal patirrojo.
Una especie típica de las islas caribeñas
Conocido con el nombre científico de Turdus Plumbeus, esta especie tiene diferentes nombres según la isla en la que se encuentre: chuá-chuá, zorzal cubano, zorzal de patas coloradas, zorzal de patas rojas y zorzal real.
Se trata de una especie de ave paseriforme, de la familia de los túrdidos, la cual se distribuye bastante por algunas islas del Caribe. Esta especie está muy adaptada a todo tipo de ecosistemas, ya que se lo puede encontrar en bosques secos, húmedos, montanos y zonas degradadas.
Para algunos expertos, es la contraparte del robín americano, aunque tienen algunos hábitos similares. Se le puede encontrar en las islas de las Bahamas, Caimán Brac, Cuba, Dominica, la República Dominicana, Haití y en Puerto Rico. Antes también se lo podía encontrar en las Islas del Cisne, en Honduras, pero parece que en este territorio se ha extinguido.
Con un aspecto muy característico
Dentro de su familia podría ser catalogado como un ejemplar de gran tamaño, ya que puede medir entre 25-28 cm. Su peso ronda los 66-86 gramos, según el ejemplar. No parece que presente dimorfismo sexual.
La mayor parte de su cuerpo está recubierto por un plumaje en un tono gris oscuro. En la zona de la garganta, las plumas tienen una coloración blanca y negra, repartida en listas. La zona de las partes inferiores de un tono blanco cremoso, mientras que las alas y la punta de la cola tiene una coloración más oscura.
El pico y las patas tienen una coloración naranja-rojo, mientras que el anillo ocular está bastante presente, en un tono rojizo amarillento. Los ejemplares más jóvenes pueden tener el plumaje totalmente gris o un poco más pálido.
¿Acostumbrada a los seres humanos?
Podríamos decir que esta es una especie bastante acostumbrada a una relación con los seres humanos, pues no es la primera vez que algunos ejemplares se han ubicado en jardines públicos y privados, convirtiendo un árbol en su hogar.
De carácter son bastante tranquilos, aunque puede que alguna vez se vuelvan un poco más violentos en el caso de que detecten que su alimento o su nido está en peligro, sobre todo en época de apareamiento.
La alimentación de esta especie es omnívora, consumiendo principalmente semillas y frutas que obtiene de los jardines. En alguna ocasión es posible que se acerque a una zona de campo para obtener semillas. Pero también consume pequeños insectos y reptiles. Aunque ha habido casos en los que se ha comprobado que esta especie se ha alimentado de ranas.
La reproducción tiene lugar entre junio-agosto, aunque esto puede depender bastante de la isla en la que se encuentre la especie. La puesta se compone de dos huevos, en un nido con forma de cuenco fabricado por la hembra, siendo este de gran tamaño. Es la hembra quien, mayoritariamente, se ocupa de la incubación por cerca de tres semanas.