¿Quieres conocer a una de las aves más exóticas que hay en el mundo? Esta te va a encantar. Se trata del tucán esmeralda, uno de los ejemplares de tucán más bello. Si estás buscando un buen compañero, no deberías desperdiciar la oportunidad de tener uno.
¿Cuál es el hábitat de un tucán esmeralda?
Conocido con el nombre de aulacorhynchus prasinus, se trata de un ave piciforme de la familia de los ramphastidae, el cuál reside en las zonas montañosas de México, América Central, el Norte de Venezuela y los Andes, extendiéndose hasta el sur y el centro de Bolivia.
Les gusta vivir en el interior de los bosques en pequeñas bandadas, de 5 a 10 minutos. Lo normal es que utilicen las hojas de los arboles como camuflaje, pero debido al tono esmeralda de su plumaje es bastante sencillo encontrarlo.
Un aspecto brillante
La longitud de un tucán esmeralda adulto es de unos 30-35 cm, y un peso de 180 gramos. En apariencia ambos sexos son iguales, pero la hembra es un poco más pequeña y su pico suele ser más delgado y corto.
Su plumaje es totalmente verdoso, con la salida y punta de la cola de un tono rosa amarillento que se va volviendo anaranjado. Su extenso pico es negro con amarillo hasta la mandíbula superior, aunque variará según la subespecie. Su pico tiene una línea blanca en la base.
Cerca de la base de la mandíbula cuenta con una mancha rosa amarillenta que se va tornando naranja según la luz del sol, aunque algunos miembros de la familia pueden carecer de ella que esta mancha se encuentre cerca de la mandíbula inferior.
Su garganta es blanca, pero en algunos miembros puede ser de color azul o azul pálido. El aro ocular es de un tono azul a rojo, con una tonalidad más oscura en algunas subespecies. Cuando son jóvenes, estos tienen una tonalidad más oscura, tanto en las plumas del cuerpo como en la garganta.
Se le han reconocido las siguientes subespecies:
- Aulacorhynchus prasinus albivitta
- Aulacorhynchus prasinus atrogularis
- Aulacorhynchus prasinus cyanolaemus
- Aulacorhynchus prasinus dimidiatus
- Aulacorhynchus prasinus griseigularis
- Aulacorhynchus prasinus lautus
- Aulacorhynchus prasinus phaeolaemus
- Aulacorhynchus prasinus prasinus
- Aulacorhynchus prasinus virescens
- Aulacorhynchus prasinus volcanius
- Aulacorhynchus prasinus warneri
Las diferencias entre cada subespecie está basada en su morfología y en su plumaje. En algunos casos, algunas subespecies pueden tener el tono del plumaje un poco más claro u oscuro, ser más pequeño o carecer de las manchas en la zona del pico.
¿Qué tal podría ser como mascota?
Es cierto que mucha gente tiene a esta ave como mascota, sin embargo, hay que andarse con mucho ojo a la hora de conseguir uno. En algunos países, como Costa Rica y Panamá su comercialización está prohibida, así como su tenencia, porque hay una población muy disminuida. Si hay que hacerse con un ejemplar para tenerlo como mascota, se tiene que conseguir de un buen criador y con todos los permisos pertinentes.
Como mascota no podría ser mejor compañero. Le gusta mucho estar con su dueño y puede ser bastante cariñoso cuando está mimoso. Además, la alimentación de esta especie está compuesta de diferentes tipos de frutos, por lo que no resulta demasiado complicado lograr que lleve una buena dieta. Sin embargo, también se le pueden dar otros alimentos para completar su dieta. Cuando no encuentra los suficientes frutos, esta especie también se alimenta de pequeños insectos así como de algunas pequeñas lagartijas y otros tipos de reptiles que puedan llevarse a la boca de un bocado. Por otro lado, también se pueden alimentar de huevos de otras aves. Es cierto que en este aspecto es menos frecuente, pero es una parte importante de su dieta, ya que con esto pueden recibir muchos nutrientes.
Cuando viven en libertad, los nidos los construyen en viejos nidos de pájaros carpinteros, pero a veces los construyen en una cavidad natural. La hembra puede poner de tres a cuatro huevos, participando ambos progenitores en la incubación, la cuál dura casi tres semanas. Una vez que han nacido los polluelos, estos permanecerán con los padres durante seis semanas, antes de dejar el nido para poder alimentarse por si solos. Al principio es posible que no abandonen el nido hasta haberse acostumbrando a su entorno.