Deja de comerte la cabeza. Si lo que estás buscando es una especie de gallo para tu corral, no hay un mejor ejemplar que el gallo de Java. ¿Por qué? ¡Pues porque es muy sencillo cuidarlo! Ya lo verás.
Exactamente, ¿de dónde es?
El gallus varius, conocido comúnmente con el nombre de gallo de Java es quizás el ave de la familia de los gallos más conocido del mundo. Aunque recibe el nombre de gallo de Java, de donde es endémico, también se le puede encontrar en Balí, Lombok, Komodo, Flores, Rinca y otras islas de Indonesia.
En los últimos años se ha introducido en las islas Cocos, en las que existe una población silvestre pequeña. Curiosamente, es capaz de volar entre las islas en las que se distribuye.
Un aspecto bastante hermoso
El gallo de Java sin lugar a dudas se trata de un ejemplar que es agradable de ver. El macho alcanza los 75 cm de largo, mientras que la hembra es bastante más pequeña, llegando como máximo a los 40 cm de largo.
La coloración del gallo es de un color oscuro, casi negro a la distancia. Pero si se ve desde más cerca, se verán unas plumas brillantes que aparentan un patrón de los colores que hoy se pueden ver en el pavo ocelado y el pavo real.
Cada una de las escalas de su plumaje son azulejas que llevan hasta un color verde bronceado, neutralizando algunas plumas en la garganta, el cuello o el manto del macho que son de un color verde ocelado. La cobertera pequeña de las alas es de un tono anaranjado, quemado con centros de bronceado negro. Los bordes distales de las grandes coberteras secundarias tienen un tono ocre vivo.
Igual que le sucede al gallus gallus, su especie hermana, en el pecho y las regiones ventrales tiene una fuerte coloración negra. E igual que le sucede al gallo de Ceilán, su pariente más cercado, exhibe vivos colores que chocan con el vivo rojo escarlata del rostro. La hembra, por norma general, es de un color marrón, con la presencia de algunas plumas verdes.
¿Qué más podemos contarte de este gallo?
En libertad suele vivir en grupos de dos a cinco individuos, dirigidos por un macho dominante que guía a la manada para alimentarse y beber. Luego los lleva de nuevo a la loma del bosque, en donde tienen su hogar. Suelen dormir en bambúes, de unos 15-20 pies de altura.
La reproducción de esta especie suele darse a comienzos del verano, entre enero y abril. Las hembras, tras haber sido fecundadas, cavan un hoyo en el suelo en el que depositan entre 3-6 huevos, los cuáles son incubados por esta durante tres semanas. Lo normal es que durante esta época, los machos dominantes de la manada sean desafiados por machos sin grupo.
El gallo de Java es una especie que cada vez está más extendida y es más trabajada en cautividad por el ser humano. Aunque lo cierto es que la población silvestre está disminuyendo rápidamente, lo cuál podría significar algún día la desaparición de su variedad salvaje.
Por norma general este gallo es utilizado para cruzarlo con el gallo doméstico, lo que da como lugar al gallo bekisar, el cuál se ha vuelto muy popular en los últimos años en la provincia Java Oriental, siendo la mascota d ela zona.
Para cuidarlo, un gallo de Java requiere de un aviario cálido, con muchas hojas y una buena cubierta para protegerse del sol y poder esconderse, ya que por norma general es un ave de carácter tímido. Se alimenta de granos y semillas, así como de algunas frutas e insectos. Hay que tener cuidado con la cantidad de semillas germinadas, para evitar que pueda coger sobrepeso.
Es bueno que el gallo salga a dar paseos fuera del corral. No solo para estirar las patas. Esto la ayuda a ganar un poco de confianza con el ambiente que le rodea, al mismo tiempo que va aprendiendo más a vivir un poco en estado salvaje. Por otro lado, le ayudará a buscar fuentes de alimentos alternas de pequeños insectos, lo que es muy bueno para su salud ya que recibe muchos nutrientes.