El amazonas es una de las zonas del planeta con la fauna más rica del mundo. Aunque no siempre se pueden investigar todas las especies y obtener muchos datos, de algunas se saben algunas cosas interesantes. Como por ejemplo del martín pescador amazónico.
Exactamente, ¿por dónde vive?
Es una especie de ave coraciforme de la familia cerylidae, conocido con el nombre científico chloroceryle amazona. Una especie que reside en tierras bajas, de los trópicos americanos.
Se distribuye desde el sur de México, a través de Centroamérica, al norte y el centro de Argentina. No se le han reconocido subespecies.
Un ejemplar bastante grande
Puede que sea uno de los ejemplares más grandes de los martines pescadores, pues mide entre 29 – 30 cm, con un peso total de 110 gramos. De aspecto, parece un martín pescado típico, con una cola corta y un pico largo.
Se caracteriza por el color verde oliva en la parte superior, la cabeza y con una cresta. Esto podría hacer que se le confundiese con el martín pescador verde. Pero carece de las manchas blancas en las alas que este si que posee.
Presenta un ligero dimorfismo sexual. El macho tiene la parte inferior blanca, con el pecho en un color castaño rojizo en forma de banda ancha, junto con algunas rayas verdes qulares. Las hembras, por su parte, tienen la parte inferior en color blanco, con unos parches verdes en cada lado del pecho y las rayas qulares en color verde.
Cuando nacen los ejemplares más jóvenes, estos se parecen más a las hembras que a los machos. Pero estos tienen manchas de color blanco en las alas, de las cuáles las hembras carecen.
¿Algo que contar sobre su estilo de vida?
No es una especie que suela tener problemas al contacto con el ser humano, aunque es bastante asustadizo. No suele viajar varias distancias y aunque el martín pescador verde es simpátrico a su distribución geográfica, no tienen contacto con este.
A la hora de reproducirse, lo hace en barrancas de arrojos, o de ríos. El nido consiste en un túnel horizontal, construido en un banco del río, con un tamaño de 1,6 metros de profundidad y 10 centímetros de diámetro. Tanto el macho como la hembra se ocupan de la construcción de este nido, que termina con una enorme cámara.
La hembra pondrá de tres a cuatro huevos. Aunque suele ser raro, varias hembras pueden compartir el nido y que una se ocupe de incubar los huevos de la otra. El tiempo de incubación dura de 21 a 25 días, dependiendo de la cantidad de huevos.
Mientras que la hembra se ocupa de la incubación, la tarea del macho es vigilar el nido, para evitar que entren posibles depredadores. Tras nacer, los polluelos se mantienen en el nido hasta cumplir los dos meses de vida, cuando han aprendido a volar.
Su alimentación se compone de peces, con crustáceos y pequeños insectos acuáticos como complemento. La tasa de supervivencia de los polluelos no es muy alta, ya que muchos mueren ahogados al aprender a pescar.