Seguro que el nombre de rabadilla roja te resulta bastante gracioso, pero lo cierto es que es una de las aves mascota más comunes en algunos países. Cuando sepas algo más sobre esta especie, de seguro que la querrás tener contigo.
Un ave bastante curiosa
Esta ave es originaria de Australia, y se distribuye en Queensland, Australia del Sur, Nueva gales y Victoria. Recibe el nombre científico de psephotus haematonotus y pertenece a la familia de los periquitos.
Cuando viven en estado salvaje les gusta vivir en zonas abiertas en las que no predominen los árboles. Siempre viven cerca del agua y pueden frecuentar zonas urbanas, como parques y jardines. Solo bajan al suelo cuando van a la búsqueda de alimento.
Un ave fácil de diferenciar
Es un ave que suele medir alrededor de 28 centímetros de longitud y pesar alrededor de 55 a 80 gramos. El macho tiene mayor envergadura que la hembra, además de que su pico es de una coloración oscura, su pecho verde con una tonalidad azulada en su extremo anterior, el cuál también se extiende en el frente de la cabeza y las alas en la parte ventral es de un tono amarillento. Presenta también una mancha roja en la zona inferior del dorso, motivo por el que recibe el nombre de rabadilla roja. Estas características no están presentes en la hembra.
En lo que respecta a su carácter, lo cierto es que es un ave bastante tranquila. No presenta muchos problemas a la hora de relacionarse con miembros de su misma especie ni tampoco con miembros de otras familias, siempre y cuando no esté en época de cría, momento en el que se vuelve un poco más violenta.
Se le ha identificado una subespecie conocida como psephotus haematonotus caerúletus, en el que ambos sexos son más pálidos en el colorido, pero el macho tiene un tono más azulado y el rojo de la rabadilla es de un tono más pálido. La hembra tiene una nuca y el manto de un color verde grisáceo. Vive en la zona de Australia Meridional.
¿Qué hay que saber para tenerlo en cautividad?
Lo cierto es que es un ave que no está amenazada, lo que hace que sea bastante sencillo conseguir un ejemplar para tenerlo en casa. Además, su cuidado no podría ser más sencillo.
Por su tamaño precisa de una jaula de gran tamaño, especialmente porque le gusta mucho volar, así que hay que ofrécele una jaula que sea más larga que alta, para que pueda volar entre las diferentes perchas y así estirar las alas. Es difícil ganarse su confianza, pero si se la entrena para que se pose en la mano o el dedo, se la puede dejar suelta por la casa sin muchos problemas.
Es un gusto tenerla como mascota ya que se adapta muy bien a cualquier tipo de alimentación. Esta se basa en frutas y verduras, pero cuando están en periodo de cría habría que darles pasta común de huevo. La fruta y verdura tiene que ser siempre fresca y estar bien lavada para evitar la aparición de lombrices o parásitos en el ave.
La reproducción no está al alcance de criadores inexpertos. Su gran tamaño supone que tengan una jaula grande para la pareja y deben tener un buen nido. Además, de que tienen que comer determinadas frutas durante el proceso de reproducción y estar muy al tanto de que todo esté correcto dentro de la jaula. Es mejor dejarlo en manos de criadores con más experiencia.
Son aves bastante longevas, ya que viven de media unos 15 años, mucho más que varios de sus parientes periquitos. Si se la cría bien, algunos ejemplares han llegado a alcanzar los 20 años.