La familia de los cuervos puede que esté muy extendida, pero el desconocimiento de algunos ejemplares provoca que estos vayan desapareciendo poco a poco, pues poca gente sabe realmente cuál es su condición actual. Es el ejemplo del cao pinalero.
¿De verdad es un cuervo?
Aunque tenga un nombre bastante diferente, el cao pinalero, también denominado cao ronco, es conocido con el nombre científico de corvus minutus y es endémico de Cuba. De aspecto es bastante similar al corvus palmarum que vive La Española, motivo por el que se ha considerado que podría tratarse de una subespecie.
Curiosamente, aunque es un cuervo de gran tamaño se decidió bautizarlo como “corvus minutus” porque es más pequeño que su pariente cubano el corvus nasicus y el palmarum. La razón por la que los lugareños se refieran a él como “cao” es porque es el nombre indio cubano de los cuervos. Suele anidar en los pinares de la provincia del Río, razón por la que se le da también la denominación de “pinalero”.
No es tan pequeño como parece
Aunque dentro de la fauna autóctona de cuervos se considere que es un ejemplar pequeño, lo cierto es que es todo lo contrario. Mide ni más ni menos que 43 cm de largo, siendo un ejemplar de cuervo bastante grande.
El color de su plumaje es negro, con un ligero brillo muy poco perceptible. Cuando son jóvenes el color del plumaje es más opaco. No presenta dimorfismo sexual, por lo que no salvo el uso de una prueba de ADN no se puede diferenciar con facilidad al macho de la hembra.
Una fantástica ave rapaz
Siguiendo el mismo patrón que el resto de sus familiares córvidos, el cao pinalero es una fabulosa y fantástica ave rapaz. Espera escondido entre las hojas de las palmas hasta ver a su presa y se abalanza sobre ella en picado, atacándola sin piedad hasta acabar con su vida y luego la devora desgarrando la carne gracias a sus afiladas garras y su potente pico.
A la hora de anidar, lo hacen de marzo a julio, sobre las hojas de las palmas, construyendo un nido con ramas, pajas y plumas. Ponen generalmente alrededor de tres huevos, muy rara vez cuatro. Es posible que ambos progenitores colaboren en la tarea de incubación, pero lo normal es que sea tarea de la hembra mientras que el macho se ocupa de traerle alimento. Al nacer los polluelos, alrededor de los 22-25 días de incubación, ambos padres se turnan para quedarse con los polluelos y traerles alimento hasta que cumplen las dos semanas y medio de vida, momento en el que comienzan a volar y aprenden a cazar por su cuenta. Cuando cumplen el mes de vida, ya abandonan el nido y comienzan su vida en solitario
Actualmente esta especie está catalogada como vulnerable. Su distribución está restringida a dos áreas montañosas pequeñas; Mina Dora en Pinar del Río y en el centro de la provincia de Camagüey. No obstante, algunos ejemplares pueden abandonar este territorio para buscar alimento y cazar en zonas urbanas, especialmente pequeños roedores.