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Aves Exóticas

Laudino sevillano

¿Estás seguro que nunca has visto un buchón laudino sevillano? Si has visitado la ciudad de Sevilla seguro que te lo has cruzado alguna vez, pero es posible que no te hayas fijado bien y lo hayas confundido con la paloma común.

¿Y cómo surgió este buchón?

Originaria de la provincia de Sevilla es el resultado del cruce del buchón rafeño, el buchón gorguero, el buchón valenciano antiguo y el Azul de la Estrella, también conocida como Magaña.

Aunque es un ave bastante antigua, en los años 1.939 y 1.940 se modificaron algunos caracteres estéticos, eliminando así ciertas condiciones y comportamientos del ave, hasta llegar a convertirse en lo que se conoce hoy en día como buchón laudino sevillano, un ave destinado a la exposición, pero también concursos de vuelo.

¿Cuáles son las características del laudino sevillano?

Se trata de un ave ágil y dinámica, motivo por el que es bien querida para participar en concursos de vuelo. Eso si, tiene un carácter muy temperalmental y mucho apego por su territorio, así como grandes dotes de seducción.

Siendo un ave de tamaño medio, de unos 28 centímetros la más grande y de 23 centímetros la más pequeña, es bastante pesada para su pequeño tamaño, pudiendo llegar a los 460 gramos en los ejemplares más grandes.

La cabeza tiene una forma uniforme presentando una suave curvatura, acentuada en los dos extremos. El pico suele ser mediano y de un tono acorde a su plumaje. Suele estar situado, armoniosamente, en una línea imaginaria que desciende desde el centro de su nunca. Las carúnculas nasales son abundantes y bastante rigurosas, abiertas en la parte alta, cerca de la frente, y van disminuyendo según se acerca a la punta del pico. Las verrugas que tiene son carnosas y redondeadas, teniendo tres, con la central de mayor tamaño. Es posible que tenga una sola, aunque lo más normal es que sean tres y formen una especie de rosco, lo que hace que sea un poco más estético a la vista.

Los ojos están situados cerca de la boquera, con un tono rojo o anaranjado, según el tipo de pluma. El ribete del ojo forma una orla espaciosa, situada en el mismo plano y altitud que el ojo, con un color amarillo pálido, pero también puede ser de un tono blanquecino. El buche es de gran tamaño, abultado y redondeado, un poco colgante, lo que le da a esta ave una forma similar a la de una pera.

La cola tiene un tamaño medio y es plana. Sus alas, aunque son de gran tamaño y se sitúan por debajo de la cola. Las plumas suelen tener un tacto suave y sedoso, habiendo de diferentes tipos de coloración, desde blancas a un tono más oscuro.

Reto escaso para los criadores

¿Podría ser un reto criar a este tipo de paloma? Lo cierto es que no. No es un ave que suela presentar muchos problemas para su cría. Gracias a su carácter ligón, no suele tardarse mucho en conseguir pichones de esta especie. Pero dado que es un ave territorial, esto puede ocasiones problemas en el caso de que haya más de un macho en el palomar, así como que haya más de una hembra en el mismo y pocos machos, pues se pelearán por ellos.

Llevando a cabo un buen control sobre su alimentación, no hay que preocuparse porque el buchón laudino sevillano engorde demasiado. Hay que recordar que para su tamaño es un animal muy pesado, por lo que hay que darle siempre la cantidad diaria adecuada, sin sobrepasarse, acompañada de fruta y verduras para que reciba nutrientes.

Es un buen ave para exposición, pero también puede ser muy buena, gracias a su carácter, para atraer a otros buchones hacía el palomar cuando estos se han perdido.