Saltar al contenido
Aves Exóticas

Buchón de Amsterdam

¿Quieres empezar a trabajar con palomas extranjeras en lugar de centrarte en la fauna autóctona? Porque si es así, igual te interesaría comenzar a probar con el buchón de Amsterdam, aunque no es nada fácil.

Un buchón de origen incierto

Al contrario que con otros buchones, del origen del buchón de Amsterdam apenas hay información. Puede que fuera originario de lo localidad holandesa o que este fuera el resultado del cruce con otros buchones, especialmente por su buche, que recuerda al de otra ave.

No obstante, este ave lleva más de dos siglos siendo criado en las cercanías de la ciudad y es muy común verla sobrevolando por la ciudad, convirtiéndose en un símbolo para los amantes de las palomas holandesas.

¿Y cómo es este ave?

Si hay algo que destaca especialmente sobre esta ave es su gran buche, el cuál en ocasiones es denominado blusa porque es muy flojo y al tacto recuerda a la sensación de acariciar esa prenda. Este gran buche hace que el ave camine en una posición vertical. Su cabeza resulta bastante pequeña frente al resto del cuerpo, y por norma general se encuentra hundida en el buche, especialmente su pico, que suele tener un tono anaranjado o rojizo.

Sus ojos están situados en concordancia con su pico y suelen tener un color negro, aunque algunas variantes pueden tener el iris rojo. Su pico es pequeño, y las carúnculas nasales también son de un tamaño menor que el de otro buchones.

El pecho de esta ave baja hasta sus patas sin plumas (aunque hay algunas variantes que si que tienen plumas en las patas) formando un curioso ángulo de 60 grados muy interesante. Las alas deben llegar hasta la cola, pero nunca ser más larga que esta. Son alas fuertes que le permiten volar a gran velocidad, pero debido al gran tamaño de su buche no resultan tan buenos voladores como otros parientes. A pesar de ello, se le conoce como “tornado” por la forma que tiene de volar y por su carácter bastante temperamental al mismo tiempo que cariñoso.

La cola está compuesta por doce plumas, muy suaves al tacto, que suelen tener un color más claro que el resto del cuerpo o presentar un tono diferente, especialmente en las variantes blancas que suelen tenerlas de color negro.

¿Qué hay que saber para cuidar a este buchón?

Quizás el mayor problema que presente este buchón a la hora de cría es su gran buche. Tiene el mismo problema que su pariente español el buchón gaditano. Su gran buche, a pesar de ser más blando, le impide dar de comer correctamente a sus crías cuando son muy pequeñas, lo que hace que haya una alta tasa de mortalidad entre estas aves. Por eso hay que buscar una paloma que haga de nodriza para las pequeñas y estén bien alimentadas durante el primer mes de vida, hasta que sean capaces de comer solas.

Quitando ese pequeño problema, no es un ave que resulte difícil de criar. Bastará con que tenga un buen palomar sobre el que moverse. Aunque es un ave que puede llegar a ser muy cariñosa, también resulta bastante violenta con las aves que no le gustan. Por ejemplo, si está con aves de vuelo rápido en el palomar eso la estresará, y provocará que pueda atacarlas o ser atacadas por estas. Así que hay que tener mucho cuidado a la hora de ver con quien se pone a esta ave en un palomar.

En lo que respecta a su alimentación, no es solo un buchón con el buche muy desarrollado, sino que además tiende a engordar fácilmente si vive en cautividad toda su vida. Por eso hay que darle siempre la cantidad justa, unos 30-35 gramos de piezas de mezcla de granos, con un poco de fruta y verdura permitida para buchones y así asegurarse que se mantenga en su peso ideal. En el agua también es bueno añadirle algún complejo vitamínico, especialmente calcio.