Aunque la mayoría de los buchones se encuentra en occidente, hay muchos que viven en las regiones de oriente y son una auténtica belleza y todo un reto para los criadores, como es el caso del Bagadais de Nurember, un buchón bastante hermoso.
¿Qué se sabe de su origen?
Aunque se sabe que su origen es primitivo, lo cierto es que no se sabe muy bien cuando pudo aparecer por primera vez. Algunos expertos aseguran que uno de sus antecesores pudo ser la paloma bravía, aunque no hay muchos documentos que lo corroboren.
Ha sido criada especialmente, con sumo cuidado, por criadores de las regiones de Siria, y poco a poco han ido siendo trasladadas a otros países, como Francia, en la que se encuentra la mayor colonia de esta ave en Nuremberg.
¿Cuál es el aspecto de esta ave?
La paloma de Bagdad es un ave de gran tamaño, pudiendo alcanzar sin problemas casi los 40 centímetros y de un peso supera los 450 gramos y puede llegar a los 500, por lo que es un ave bastante pesada. Se trata de un ave de temperamento dócil y tranquilo, pero no soportan los ruidos muy fuertes que les ponen bastante nerviosas, lo que les hace abandonar su hogar para buscar otro sitio más tranquilo.
Su cabeza es afilada, estilizada y, al contrario que otros buchones, para nada redonda. El pico es bastante alargado y recto, y bastante fuerte, terminando en una verruga cérea de aspecto liso y de tamaño variable según el tipo de palomo. El ojo está recubierto por un anillo circular de color blanco.
El cuello y sus patas son bastante largas, lo que dan a esta raza un aspecto bastante especial. Su cuerpo es musculoso y fuerte, de una longitud media, arqueándose ligeramente hacía arriba haciendo que la cola quede en posición horizontal, sin llegar a tocar el suelo. Las alas son de buen tamaño, aunque no todas las variantes de esta especie son buenas para el vuelo. Su plumaje es sedoso y muy suave y puede tener varias tonalidades, desde un verde metálico a un color más oscuro.
Es un ave con una vida bastante longeva en el caso de que se las cuide bien, pudiendo llegar a vivir entre 10 – 12 años según algunos criadores, por lo que supone un buen desafío para aquellos cuidadores que quieren ir un poco más allá en su carrera profesional.
¿Qué hay que saber para cuidar de esta ave?
Para el palomo de Bagdad su casa es muy importante. Esta no tiene que estar situada en un lugar dónde hay amucho ruido, ya que eso la asustará y la hará ponerse en posición violenta. Se adaptan a palomares abiertos siempre y cuando tengan un acceso fácil a este. Les gusta mucho que el palomar sea amplio por dentro, con varias perchas sobre las que puedan posarse para descansar. No suelen tener muchos problemas de compartir palomar con otras especies de palomas.
Aunque su alimentación suele ser la común, lo mejor es que esta esté compuesta por una mezcla de semillas de trigo, arroz, avena y cebada. También se le pueden añadir a la mezcla un poco de cañamones, guisantes, judías, maíz y cacahuetes partidos. Todo bien mezclado y machacado para que no tengan problemas al comerlo. A esto, hay que incluir algunas verduras, especialmente zanahorias, ralladas. Algunos criadores les dan pasta de requesón y yemas de huevo con pupas de moscas para que reciban muchos nutrientes al comer.
Lograr la reproducción de este tipo de ave es todo un reto para los criadores, ya que muchas veces se producen fracasos en la formación de ejemplares. Lo mejor es que se deje al macho libre entre un grupo de ejemplares de calidad para que escoja a la afortunada, aunque hay una alta probabilidad de que nunca se forme ninguna pareja, por lo que hay que tener mucha paciencia para lograr la cría de nuevos ejemplares.