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Aves Exóticas

Colibrí rufo

¿Sabías que dentro de las especies de aves el colibrí está considerado como uno de los más hermosos del planeta? Esta ave ha enamorado a millones de personas con sus lindos coloridos y su curiosa forma de volar, como por ejemplo el colibrí rufo.

¿En dónde vive?

El colibrí rufo, conocido con el nombre científico de selasphorus rufus, pertenece a la familia de los trochilidae y vive en el continente Americano, sobre todo en Canadá, USA, México, Bahamas, Islas Turcas y Caicos.

Como curiosidad, esta ave tiene una de las rutas más largas de migración dentro de las aves, ya que recorren más de 2.000 kilómetros. Por esto tienen que estar muy fuertes y bien alimentados para poder ser capaces de recorrer una distancia tan larga.

¿Y cómo se le puede reconocer?

Es un ave de pequeño tamaño que no mide más de 9 cm y cuyo peso no supera los 5 gramos. Tiene un ligero dimorfismo sexual que permite diferenciar al macho de la hembra.

El macho tiene le pecho de color blanco, mientras que la cara, el dorso y laterales, así como la cola rufa. En la garganta tiene un parche anaranjado con un tono rojizo bastante distinguido. Algunos machos es posible que tengan un poco de color verde o en la corona. Las hembras, por su parte, cuentan con unas partes inferiores de color verde con un poco de blanco y algunas plumas anaranjadas en la zona de la garganta. En el caso de su cola, el extremo es de color blanco y la base rufa.

En tamaño el macho y la hembra no difieren mucho. Dado que en algunos casos el color del macho es de color verde en el dorso, esto hace que sean difíciles de diferenciar del colibrí Allen. El motivo por el que recibe el nombre de “rufo” se debe a su cola arrugada y de color bronce oscuro. Sus alas son de color negro en las puntas, con color bronce según se van acercando al cuerpo.

¿Y cómo es su día a día en libertad?

Según los expertos, el colibrí rufo sería el más agresivo dentro de las especies de colibrí. Son bien conocidos por perseguirse unos a otros dentro de sus territorios, con el fin de establecer quien va a ser el líder de la zona y en dónde van a estar los lugares en los que cada uno pueda comer. Cuando no están comiendo, se dedican a monitorear sus áreas de alimentación. Si hay otro colibrí que tiene interés en esa zona, le ataca para que entiendan que es su territorio. Este comportamiento no solo se repite con otros colibríes, también lo hacen con avispas, abejas y otros animales que se puedan alimentar de néctar.

Cuando llega el invierno, esta especie emigra a una zona más calurosa, siendo una de las especies en las que tienen que recorrer más distancia de todas las especies de aves que existen.

Su principal fuente de alimento es el néctar para obtener azúcar y proteínas, los dos elementos claves de la dieta de esta especie. Extraen el azúcar del néctar de las plantas. Gracias a su gran memoria para saber que flores están listas para extraerles el néctar, pueden buscar rápidamente el alimento que necesitan. Su otra fuente de alimento son los insectos, de los que obtienen las proteínas. Lo normal es que consuman tres veces su peso corporal por día.

Llegado el momento de la reproducción, los machos realizarán un ritual de cortejo, con un canto y buceo, para poder aparearse con la hembra. Al contrario que otras muchas especies de aves, el colibrí no es monógamo, sino que tras el cortejo, intentará aparearse con tantas hembras como le sean posible. Estas buscarán un lugar en la que poner los huevos, cerca de dónde se pueda obtener fácilmente alimento. La hembra pondrá hasta dos huevos, y tras 14 días de incubación nacerán las crías.  Estos ejemplares jóvenes dependerán totalmente de la madre hasta haber cumplido los 10 días, momento en el que ya comienzan a ser un poco más independientes para buscar su propio alimento. El padre no estará a su lado en ningún momento, motivo por el que la supervivencia de las crías es tan baja.